Historia y Enseñanza

Finalidades de la historia.

Por Juan Abraham Legaspi Durán.

Tenía 6 años y mis padres decían que me peinaba como Benito Juárez. Yo la verdad ni siquiera lo conocía y, tal vez por eso, tenía curiosidad de comprobar si existía tal similitud entre ambos. Me di cuenta de quién era ese hombre quizá por una pintura que miré en los libros de texto de la primaria o porque lo observé en unos cuadrosque se exponían en la oficina de la dirección de la escuela; quien sabe si eran para dar una lección espontánea a los castigados o para dar al recinto un aire de seriedad, percibido fácilmente debido al semblante tosco e inmutable del retratado.

Al conocerlo, no cambié mi estilo. Sentía orgullo derivado de una profunda veneración hacia aquél hombre. Era un como un culto que presentía se veníapracticando de generación en generación y ahora me había tocado ser profesante ciego de una doctrina incubadora del nacionalismo.

Pues bien, mis primeras lecciones sobre personajes históricos tuvo más repercusiones morales que intelectuales, y era de esperarse, pues la edad que tenía en aquél entonces y el momento del desarrollo en que me encontraba no eran para que hiciera abstracciones deotro tipo que no fueran el de influenciar mi conducta.

Y es que además del estadio de desarrollo en uno se encuentra, lo que aprendemos en la escuela siempre va matizado con un toque de la ideología del profesor. Su pensamiento político, religioso, económico; su postura respecto a movimientos sociales críticos en la historia de la nación, su formación académica así como el conocimiento en gradosde profundidad del periodo histórico junto con su dominio son variantes que influyen en lo que los alumnos aprendíamos (y siguen aprendiendo) en las clases de historia.

Pero algo que salta a mi vista como educador y que no siempre es muy evidente para la mayoría de las personas es el hecho de que lo que se aprende en las clases de historia también es influenciado por lo que, consciente oinconsciente (hablando específicamente de educación básica), los docentes sabemos o conocemos de la importancia de la enseñanza de la historia.

¿Para qué enseñamos historia?

Esa importancia gira en torno al para qué, a la utilidad que pensamos tiene la clase de historia desde los primeros años de escolaridad. Dos finalidades salen a relucir cuando nos hacemos estos cuestionamientos: nos sirve paraadoctrinar y nos debiera ser útil para estimular el desarrollo intelectual.

Con adoctrinar me refiero al uso que se le ha dado a las lecciones de historia con la finalidad de resaltar lo heroico, lo venerable y lo glorioso de los personajes y poder extraer una lección de moral y buenas costumbres, una que nos muestra el prototipo de ciudadano Son los relatos que destacan las hazañas llevadasa cabo por un protagonista que lucha, generalmente, contra su parte antagónica. Es como si todas las virtudes encarnaran en aquellas celebridades con el fin de dar iluminación a los hombres pertenecientes al vulgo; y su muerte, sin importar la causa que la provoque, es la última fase de su apoteosis. Es el tipo de narración que apasiona a los niños, que los entusiasma y los llena ilusiones yemociones. Ilusiones de un mundo de justicia, de hombres incorruptibles y de tiempos llenos de esperanza para los desprotegidos mientras que la gama de sentimientos va desde el reproche y desdén hacia los “malos” hasta la adoración de los emblemas utilizados por los personajes favoritos.

Es el tipo de historia que algunos llaman de Bronce, relatada para ser admirada, para crear un campo en común decreencias tan indispensable cuando una nación está en gestación; es el ideal de lo deseado manifestado en nuestros continuos cuestionamientos a los alumnos como ¿es eso lo que hubiera hecho Juárez? ¿quién daría su vida por su prójimo y por una causa justa como lo hizo Miguel Hidalgo? Aún en los casos en donde la historia de bronce es más disimulada pueden escucharse preguntas que incitan a...