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Tal vez, una de las diferencias principales con la economía de los noventa sea no sólo
la rápida recuperación del crecimiento sino el resurgimiento del empleo y lamejora de
dos indicadores centrales que fueron la triste característica de la exclusión resultante
del proceso iniciado con la dictadura del 76 y profundizado enlos 90’, esto es, la
disminución de los índices de pobreza e indigencia.
El crecimiento promedio del PBI en torno al 9 % durante los últimos cuatro años -una
de lastasas más altas del mundo- puede encontrar varias explicaciones. Para los
analistas extranjeros, desde la lógica de funcionamiento de sus economías
(estabilidad,seguridad jurídica, desarrollo, etc) es difícil comprender la velocidad y
recuperación de la economía argentina primero y el fuerte crecimiento después, luego
delestallido de la Convertibilidad y que la crisis financiera, económica y política se
devorara al país y repercutiera sobre los centros financieros y económicosmundiales2.
Alguno de ellos, los más escépticos dirían “rebote”, entre ellos algunos vinculados a
organismos financieros internacionales o asociados al pensamientoortodoxo3.
En este contexto, y tras los primeros síntomas de recuperación, varias lecturas han
abordado el actual proceso de crecimiento de la economía argentina que cerróel
primer trimestre de 2007 con un alza de 48,7% respecto a 2002 y un 18,7 sobre el
máximo histórico logrado en 1998, completando 60 meses consecutivos decrecimiento, medidos sin estacionalidad. Algunas de ellas, básicamente, lo atribuyen a
las favorables condiciones externas (el alza extraordinaria del precio de las..