hola

En ese extraño nido de amor, Alicia paso todo el otoño. Había concluido, no obstante, por echar un un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin quererpensar ennada hasta que llegaba Jordán.
No es raro que Alicia adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca.

Alicia: (Con vozdébil)Ya son varios días en que me estoy sintiendo muy mal, el médico nos dijo que era influenza pero, no siento ninguna mejoría, al contrario Jordán, me siento cada día más débil.
Jordán: Yo creoquedebemos darle tiempo al tiempo, no creo que el médico se equivoque al diagnosticarte esa enfermedad, hay que esperar aun más, y si no te repones llamaré inmediatamente a otro médico, mientras tantoquete parece si salimos un rato al jardín, es una hermosa tarde y sirve que te distraes un poco y te olvidas de todo.

Alicia: (Con voz débil aunque un poco animada) Esta bien, vamos.

Aliciasedio cuenta de que ya no podía levantarse de la cama y caminar, así que Jordán la encaminó al jardín con con el brazo apoyado en su hombro.
Al llegar al jardín Jordán, con honda de ternuradecidiópasarle la mano por la cabeza y Alicia rompió enseguida en sollozos, hechándole los brazos al cuello.

Jordán: No te preocupes, todo estará bien, yo te amo y eso es lo único que importa.Alicia:(llorando) Yo también te amo.
Alicia lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la más leve caricia de Jordán. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largoratoescondida en su cuello sin moverse ni pronunciar una sola palabra.
Fue ese el ultimo día en que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida, Jordán al darse cuenta de esto llamo aotromédico para que la examinara, este le ordeno calma y reposo absoluto.
Médico: No lo se, tiene una gran debilidad que no me explico. Y sin vomitos ni nada… Si mañana se despierta como hoy...