Hola
TRADUCCI×N: Rito de Sangre
EL GUARDIÐN
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EL GUARDIÐN
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Para L.A. Banks, mi melliza de nacimiento. Gracias por darme luz en uno de los momentos más oscuros de mi vida. Estás, y siempre estarás en mi corazón. Te extraño, mi hermana, y siempre te extrañaré. Y para mi familia, porque siempre están ahí cuando los necesito. Y para Monique, que es una de las mejores editoras con las que trabajé. Y para mi equipo completo de multiprocesamiento simétrico, que hace que estos libros sean posibles. Que Dios los bendiga y los cuide.
EL GUARDIÐN
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“Todos los hombres mientras están despiertos están en el mismo mundo. Pero cada uno de ellos, cuando está dormido, está en un mundo propio.” Plutarco.
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PRÓLOGO
"¿Te gustó el infierno?" Seth miró hacia arriba entre mechones de su cabello rojizo, cubiertos de sangre, para gruñir ante el sonido de una voz que no había escuchado en siglos. Noir. Dios Primario. Señor de todas las cosas oscuras y letales. Tremendo hijo de puta. Respondería a esa pregunta tonta, pero los demonios que lo habían estado torturando le habían cerrado la boca con un candado por los últimos... Ah, mierda, ¿quién podía contar tan alto? ¿Y por qué alguien querría hacerlo cuando cada latido del corazón traía un dolor tan profundo que ya no recordaba vivir sin él? Claro que, durante los siglos, el dolor se había vuelto su propia fuente de placer. Sí, estoy más loco que Noir. Con el candado puesto, no había podido hablar desde que lo arrojaron a este lugar. No es que quisiera hacerlo. Nunca le dio a nadie la satisfacción de escucharlo suplicar o llorar. Sólo una persona lo hizo suplicar y aun después de un milenio, las burlas y condena de su padre adoptivo, todavía hacían eco en sus oídos. Que se maten. Él ya no era un niño, y moriría antes de humillarse nuevamente pidiendo algo que sabía que no recibiría. Pero habría insultado a Noir si hubiera podido hacerlo. Aunque como estaban las cosas, todo lo que podía hacer era mirar con odio al ser milenario y desear poseer sus poderes intactos para traerles infinita miseria a todos ellos. Con casi dos metros diez de alto, Noir hacía que los demonios a su alrededor temblaran de miedo. Con su traje negro inmaculado y su camisa blanca y liviana se veía f uera de lugar en la habitación fría y oscura, una habitación con paredes que estaban salpicadas con las sangre de Seth. Noir estiró la mano y lo palmeó en el cachete como si fuera un cachorro obediente. "Mmm. Tengo que decir que el infierno no te sienta bien. Te he visto al menos un en un estado un poco mejor que ahora, dando lástima." "Andá a cagar," le dijo Seth, pero sus palabras eran indescifrables. El candado no le dejaba mover su boca ni lengua. Todo lo que hizo fue causarle una ola de dolor enloquecedor que lo atravesó.Como si lo necesitara. EL GUARDIÐN
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Noir arqueó una ceja. "¿Gracias? No puedo imaginar que me estés agradeciendo por esta miseria. Sos un enfermo, ¿no?" Seth apretó los dientes. El tono jocoso de en los ojos negros de Noir le dijo que el cerdo solo lo había dicho para romperle las bolas. Funcionó. No era como si Noir tuviera que hacer un esfuerzo para lograrlo. El solo hecho... Seth no podía pensar un insulto lo suficientemente malo para describir lo que pensaba… de que Noir estuviera vivo, le ponía los nervios de punta. Noir miró a su alrededor a los otros. "Váyanse." ¿Podía ese tono ser más dominante? Oh si, esperen. Estamos hablando de Noir. Claro que sí. Y el Dios milenario no tuvo que ...
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