Homenaje a Jorge Carpiza Mac.Grgor

La vida, maravillosa y positiva en su esencia, tiene sus momentos amargos, sobrecogedores y difíciles. No podemos, por mucho que lo intentemos, abolir la tragedia de la muerte que nos acompaña inevitablemente. Pero, venturosamente, sabemos que para algunos hombres, los que vivieron plenamente su vida, la muerte se les transforma en gloria.

Para el Dr. Jorge Carpizo Mc Gregor, caminanteinfatigable, dueño y señor de su propia existencia, peregrino de sueños y esperanzas, su muerte nos descubre el sentido y la trascendencia de su vida.

Jorge Carpizo, Presidente fundador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Secretario de Gobernación, Procurador General de la República y Rector de la UNAM, murió hace apenas 19 días.Transpuesta su figura a lo eterno, su ausencia dolorosa nos empieza a dar la medida exacta de su personalidad; su inesperada partida provocó de inmediato en el mundo del Derecho la sensación de que una parte de nosotros y de México quedará vacía.

El Maestro Carpizo era un hombre habitado por sólidos valores. Vivian en él y le daban aliento la fe, la pasión por la vida, la confianza y lahonradez. Desde su interior, todos estos valores se asomaban permanentemente al mundo a través de sus prácticas y actos cotidianos. Con toda su experiencia a cuestas, siempre logro mantener viva su capacidad de confiar y de no perder la esperanza, fundado en criterios plurales estrictos, generosos e informados.

Humanista, Jurisconsulto, investigador infatigable, visionario, totalmente comprometidocon el Derecho y su enseñanza; despedazo las cadenas de lo intrascendente, de las situaciones y cosas insignificantes, y en la fragua de su taller, descubrió nuevos modelos para la transformación del orden jurídico, apoyándose en el conocimiento de lo que hemos sido, somos y debemos ser.

Comprendió con claridad, como pocos, que el futuro y la riqueza de México está en sus futuras generaciones yen la calidad de la educación que reciban. Maestro por muchos años, nos deja como legado sus enseñanzas, siempre doctas, siempre fundadas, con profundos contenidos morales y científicos. Su cátedra madura, reposada y responsable, así como sus investigaciones innovadoras, fundadas y fecundas, lo transforman en el Maestro que supo sembrar y cosechar y que nos trasmite su ejemplo trascendente, suobra constructiva y su lección perdurable.

Por ello, hoy quiero expresar ante este dilecto auditorio el reconocimiento nuestro por la grandeza de alma, de nuestro homenajeado, por su honestidad profesional, por su ejemplo, y por haber sido hombre de bien. Por todo esto pienso que ahora contemplamos la figura del Maestro, proyectada en el tiempo, como un estimulo para ser mejores.

Tengo de élmúltiples recuerdos personales: a principios del año de 1967 recibí la encomienda del entonces Director de esta Facultad para ir a la ciudad de México a invitar a Maestros distinguidos de la UNAM a fin de que participaran en un ciclo de conferencias con motivo de la celebración de su vigésimo quinto aniversario. El lugar indicado para cursar estas invitaciones era el Instituto de InvestigacionesJurídicas, conformado por destacados juristas, cuya Dirección estaba a cargo entonces del Maestro Héctor Fix Zamudio, a quien desde luego tenía la intención de invitar y recibir sus orientaciones sobre otros conferencistas que nos pudieran acompañar; generoso y bien dispuesto como siempre lo ha sido; me proporciono una extensa lista de juristas, entre otros recuerdo al abogado Jorge Carpizoquien por ese entonces, con apenas 23 años de edad se desempeñaba como Investigador y Secretario del Instituto; imagino que en aquellos años el DR. Fix Zamudio no consideraba que aquel joven que había invitado como su colaborador, iba ser uno de los juristas más brillantes que ha dado el país, en muy buena medida porque innovó la investigación en el Derecho Público, particularmente en el Derecho...