Homework"S

Luego de un viaje largo de sueños y aventuras, Don Quijote decide viajar a la isla del encanto Puerto Rico. El había concursado sin darse cuenta en una urna de su pueblo, creyendo que era el buzón de su princesa Dulcinea.








































Don Quijote es llevado al aeropuerto junto a su espada y Sancho Panza. Miró a su alrededor ysintió un fuerte recuerdo de épocas pasadas, épocas de lucha, y rápido se puso en forma de ataque. Habían dragones gigantes como nunca antes vistos, expertos en el vuelo. Las personas entraban a sus estómagos para ser transportados a otros lugares. Don Quijote era un caballero valiente y quería enfrentarse a esta nueva batalla para poder salvar a todas esas personas tragadas por los dragones.[pic]













Llegó el momento de batallar. Frente al estómago del dragón, una especie de sirena sonó. El estaba inquieto, empezó a luchar contra todos los que se le acercaban. Era el detector de metales, el cual había detectado su gran espada de caballero andante. Los guardias del aeropuerto se la quitaron y sintió que lo habían tomado como prisionero. El pensaba, mientraslo llevaban al dragón, que era muy bueno lo que le estaba sucediendo, ya que así podría mas fácilmente buscar a su bella Dulcinea. Una mujer uniformada y hablando en un idioma extraño, amablemente lo sentó en una especie de piedra grande, suave y cómoda. Aunque casi pegada a la piedra de alfrente. Ella le puso una soga alrededor del pecho. Sancho fue sentado en dos de estas piedras que ellos lellamaban asientos, ya que por su peso no cabía solo en uno y con doble soga, o mejor dicho, cinturones de seguridad. Don Quijote buscaba a su alrededor entre las personas que estaban allí y averiguaba si podría encontrar a la hermosa Dulcinea. Levantó vuelo el dragón donde se encontraba, o mejor dicho, su avión y se vio obligado a esperar el momento preciso del ataque, pero sin su espada, así quetendría que pensar de qué manera atacaría.





























Al llegar a Puerto Rico Don Quijote solo quería salir del dragón en el que se sentía prisionero. La azafata le quitó el cinturón y lo ayudó a salir del avión, dirigiéndolo hasta el terminal donde recogería su único equipaje, la espada de caballero. Luego de sentirse liberado junto a Sancho y suespada, salieron en busca de Dulcinea. Consiguieron un gran carruaje amarillo y se montaron en el. El taxista le preguntó, hacia donde se dirigía y Don Quijote respiró, pensó que mientras más lejos, más probabilidades existían de poder encontrar a Dulcinea. Le dijo al taxista que lo llevara al sur de Puerto Rico, mientras más al sur, mayor posibilidad de encontrar el Castillo donde Dulcinea seencontraba atrapada.























En el camino, Don Quijote y Sancho Panza observaron los grandes monstruos que allí habitaban y como las personas le servían. Los edificios donde trabajaban las personas en la Capital San Juan, llamaban su atención. Tambien, como las personas se movían de un lado a otro de estas edificaciones, concentradas en las labores del día.Luego vieron los traga metales, o mejor dicho, los peajes en la autopista. El taxista ya en lo alto de la autopista, entre Cayey y Salinas le presentó la Estatua de los Jíbaros, donde se detuvieron un rato para descansar. Don Quijote corrió hacia ellos para salvarlos, pero no pudo conseguirlo y les prometió que lucharía con el hechicero hasta vencerlo para que desapareciera elencantamiento que sobre ellos habían derramado. Encantamiento que, según Don Quijote, los había convertido en piedras.







































Se volvieron a montar en el carruaje para seguir su destino, de camino a salvar a Dulcinea. Bajando la cuesta vieron la Cordillera Central y entre las montañas encontraron a un Gigante Dormido. Le pidieron al...