Honor Martha Garrido
Páginas: 26 (6394 palabras)
Publicado: 7 de mayo de 2012
Honor, reconocimiento, libertad y desacato: sociedad e individuo desde un pasado cercano1
Margarita Garrido
Universidad del Valle, Cali
Los abogados de las Audiencias coloniales se preguntaban cómo era posible que vecinos "libres de todos los colores" de un pueblo muy pobre gastaran sus pocos reales en pleitos por injurias y agravios entre ellos. O cómo explicar que los casos de desacato alas autoridades locales abrumaran los juzgados coloniales.
La inversión para defender su honor que hacía un hombre libre quien fuera injuriado o agraviado en el siglo XVIII, y los desacatos de ayer y de hoy, parecen apuntar a una reafirmación incierta de su dignidad humana.2Son actos dirigidos a buscar el reconocimiento que marca la entrada del individuo a una existencia específicamente humana.Pero de aquellos gestos nos separan más de doscientos años.
Sabemos las inconveniencias de hacer extrapolaciones simples cuando no sólo razones y creencias, sino formas y contextos, separan las prácticas de ayer y de hoy, pero también sabemos de la necesidad del diálogo del presente con el pasado entre otras cosas para "tomar plena conciencia de lo que otrora fue vivido espontánea y sobre todoinconscientemente".3 El entusiasmo liberal del siglo XIX, la identificación con acepciones políticas del progreso, de la libertad y de la ciudadanía ligadas a la aserción de no-indianidad ni status servil, nos hicieron pensar la sociedad colonial y sus representaciones como liquidadas. Hoy, paradójicamente, la aceleración y las alteraciones ocurridas en el tejido social, dejan cobrar visibilidada tradiciones resistentes y señas pertinaces de identidad.
Esta ponencia se propone poner en primer plano las formas de búsqueda de reconocimiento en la sociedad colonial, en este territorio que hoy se ve como nacional. Sólo de paso sugiere, su gravitación en el presente.
En todas las sociedades, algunos individuos buscan reconocimiento asimilándose, mostrando la conformidad con el orden,pareciéndose a los demás. Otros lo buscan diferenciándose. El reconocimiento no se da sólo cuando el individuo recibe la aprobación de los demás sino también cuando es combatido o rechazado, con lo cual al menos, no es negado como persona.
El reconocimiento toma diferentes formas en las sociedades. En general las sociedades tradicionales y jerarquizadas fomentan el que los individuos aspiren aocupar el lugar que les ha sido asignado de antemano, y en ellas predomina el reconocimiento por conformidad con el orden. En la sociedad de hoy en cambio predomina el reconocimiento por el éxito, sea éste adquirido por conformidad con el orden, o medrando por sus fisuras.
En la sociedad colonial neogranadina, no obstante ser una sociedad tradicional, encontramos rastros de procesos de búsquedade reconocimiento por trayectorias individuales exitosas, que implicaron o no marginamientos, desvíos o desafíos temporales al orden.
Queremos enfocar el hecho de que en esa sociedad, hombres libres de todos los colores, muchos de ellos destituidos de pertenencias étnicas claras por ser hijos de mezclas espúreas, prohibidas, y descalificadas, empeñaron sus vidas en una lucha por un honor y unreconocimiento esquivos como libres y respetables. Sus trayectorias vitales ofrecen momentos en que ellos se representaron a sí mismos como individuos autónomos, con dignidad como personas, con opinión sobre lo que se considera bueno y sobre las autoridades. Ellos buscaron el reconocimiento por varias vías: la de conformidad con los otros que les valió su aprobación; la de diferenciarse del ordenque les costó el rechazo; la de la violencia para lograrlo por la fuerza.
Algunas de las características de esos procesos - desvinculación de los ancestros y de los lugares sociales heredados, lucha por una relativa autonomía - nos permiten decir que por algunos caminos no centrales se estaba dando a fines del siglo XVIII una entrada precoz, muy riesgosa, periférica y quizás equívoca en la...
Margarita Garrido
Universidad del Valle, Cali
Los abogados de las Audiencias coloniales se preguntaban cómo era posible que vecinos "libres de todos los colores" de un pueblo muy pobre gastaran sus pocos reales en pleitos por injurias y agravios entre ellos. O cómo explicar que los casos de desacato alas autoridades locales abrumaran los juzgados coloniales.
La inversión para defender su honor que hacía un hombre libre quien fuera injuriado o agraviado en el siglo XVIII, y los desacatos de ayer y de hoy, parecen apuntar a una reafirmación incierta de su dignidad humana.2Son actos dirigidos a buscar el reconocimiento que marca la entrada del individuo a una existencia específicamente humana.Pero de aquellos gestos nos separan más de doscientos años.
Sabemos las inconveniencias de hacer extrapolaciones simples cuando no sólo razones y creencias, sino formas y contextos, separan las prácticas de ayer y de hoy, pero también sabemos de la necesidad del diálogo del presente con el pasado entre otras cosas para "tomar plena conciencia de lo que otrora fue vivido espontánea y sobre todoinconscientemente".3 El entusiasmo liberal del siglo XIX, la identificación con acepciones políticas del progreso, de la libertad y de la ciudadanía ligadas a la aserción de no-indianidad ni status servil, nos hicieron pensar la sociedad colonial y sus representaciones como liquidadas. Hoy, paradójicamente, la aceleración y las alteraciones ocurridas en el tejido social, dejan cobrar visibilidada tradiciones resistentes y señas pertinaces de identidad.
Esta ponencia se propone poner en primer plano las formas de búsqueda de reconocimiento en la sociedad colonial, en este territorio que hoy se ve como nacional. Sólo de paso sugiere, su gravitación en el presente.
En todas las sociedades, algunos individuos buscan reconocimiento asimilándose, mostrando la conformidad con el orden,pareciéndose a los demás. Otros lo buscan diferenciándose. El reconocimiento no se da sólo cuando el individuo recibe la aprobación de los demás sino también cuando es combatido o rechazado, con lo cual al menos, no es negado como persona.
El reconocimiento toma diferentes formas en las sociedades. En general las sociedades tradicionales y jerarquizadas fomentan el que los individuos aspiren aocupar el lugar que les ha sido asignado de antemano, y en ellas predomina el reconocimiento por conformidad con el orden. En la sociedad de hoy en cambio predomina el reconocimiento por el éxito, sea éste adquirido por conformidad con el orden, o medrando por sus fisuras.
En la sociedad colonial neogranadina, no obstante ser una sociedad tradicional, encontramos rastros de procesos de búsquedade reconocimiento por trayectorias individuales exitosas, que implicaron o no marginamientos, desvíos o desafíos temporales al orden.
Queremos enfocar el hecho de que en esa sociedad, hombres libres de todos los colores, muchos de ellos destituidos de pertenencias étnicas claras por ser hijos de mezclas espúreas, prohibidas, y descalificadas, empeñaron sus vidas en una lucha por un honor y unreconocimiento esquivos como libres y respetables. Sus trayectorias vitales ofrecen momentos en que ellos se representaron a sí mismos como individuos autónomos, con dignidad como personas, con opinión sobre lo que se considera bueno y sobre las autoridades. Ellos buscaron el reconocimiento por varias vías: la de conformidad con los otros que les valió su aprobación; la de diferenciarse del ordenque les costó el rechazo; la de la violencia para lograrlo por la fuerza.
Algunas de las características de esos procesos - desvinculación de los ancestros y de los lugares sociales heredados, lucha por una relativa autonomía - nos permiten decir que por algunos caminos no centrales se estaba dando a fines del siglo XVIII una entrada precoz, muy riesgosa, periférica y quizás equívoca en la...
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