Hooolo

2011-11-30

A pesar de mi edad relativamente madura (20 años), comenzaré a poner en práctica mi interés por cambiar el mundo o, por lo menos, dejar en claro a los humanos de este planeta que su existencia y sus motivaciones, ideas y convicciones son como pastillas de cianuro que sirven para su autodestrucción y que, tal cual lo hacían los líderes del movimiento nacionalsocialista durante lasegunda guerra mundial, agradecen poseer.

Hace unos minutos comencé a leer el “Anticristo” de Nietzche y todavía voy en las primeras páginas, sin embargo, un impulso superior me hizo sentarme e inmortalizar mis convicciones, las cuales se verán potenciadas mientras más conocimiento vaya adquiriendo, ya que éstos constituyen netamente detalles. De ninguna manera mis principios se verán corrompidospor los “grandes descubrimientos” o inventos del hombre.

En primer lugar, hay que dejar en claro que ningún movimiento político, social, religioso, etc. tiene la razón absoluta. Mientras más adeptos tenga y más fuerza para valer en la vida de los hombres, más dañina es. Sin embargo, todos estos movimientos tienen en sus cimientos ideas totalmente válidas, el problema es que para lograr laelaboración de una ideología perfecta, todos los cimientos y principios deben serlo. En otras palabras, mis convicciones no excluyen ideología alguna como referente para exponer mis ideas.

Con todo esto apelo a lo que decía Hitler, en que la fuerza se encuentra en la unidad, en el cerebro creador. Cuando la existencia de elementos creadores abunda, es una muestra de debilidad. Si por el contrario,cada cerebro cumpliera una función distinta, su complementación sería el funcionamiento correcto de la máquina. Nadie puede negar que el Tercer Reich es digno de admiración, en el sentido de conseguir la gloria absoluta durante más de una década. Por lo menos, esto nos sirve para reafirmar la convicción de que la unidad hace la fuerza, para lo cual podemos dar infinidad de ejemplos.

Primero,quiero centrarme en la teoría de Nietchzche relacionada con lo dañido del cristianismo. Este hombre señala que la compasión por los más débiles es un atentado contra el instinto de supervivencia del hombre. En este punto debemos detenernos y decidir cuál es nuestro verdadero objetivo, qué es lo que queremos defender: al hombre y sus instintos o a nuestro planeta y la perfección de su creación (locual no excluye nuestra existencia del todo). Personalmente, creo que el hombre y sus instintos podrían llegar a no ser dañinos para la creación perfecta si no fuera por su condena: la razón. La razón inevitablemente destruye al hombre, no sus instintos.

La razón se ha convertido en el dios de los que han encabezado la veloz destrucción de este planeta, la perfección de su creación y al sucio serhumano. La respuesta a esta condena está en el fruto prohibido que Adán y Eva comieron contra la voluntad de Dios. Dios es el ser perfecto, el que creó la Tierra y su perfección (lógicamente creó mucho más, pero eso no interesa a nuestra existencia). A partir del momento en que Adán y Eva se elevan por sobre los otros seres vivientes de la Tierra y quedan en un nivel intermedio entre ellos y Dios,se convierten en el cáncer del planeta, el pasaje seguro a su destrucción. La razón que adquieren como castigo, sólo corresponde al capaz de concretarla, al ser perfecto cuyas capacidades prácticas concuerdan con su capacidad de razonamiento. Nosotros jamás podremos concretar todas nuestras ideas creadoras, porque no fuimos creados para ello.

¿Se imaginan a una serpiente deseando volar? Bueno,tienen la dicha de no tener ese deseo, pues de lo contrario, vivirían frustradas y sus intentos por volar probablemente harían su existencia miserable. Es eso lo que ocurre con los seres humanos. El castigo a la desobediencia de Dios fue lidiar con la razón.

Como se habrán dado cuenta, soy cristiano y convencido del poder y la perfección de nuestro creador, Jehová. La pregunta es, por qué...