Hora santa

JUEVES SANTO
Hora santa
"Los amó hasta el extremo..."

Introducción
Aquí estamos Señor, para estar cerca de tí en la suprema hora en que te entregas, la hora en que convocas a tus amigos para repartir tu cuerpo y tu vida en el mismo gesto acostumbrado de la amistad que ahora es despedida y signo de amor.

Queremos estar cerca de tí, no con promesas que nazcan de nuestraautosuficiencia, promesas inútiles de permanecer a tu lado en la hora en que todos queremos huir, la hora de la cruz, vanas ilusiones que nacen de la efusividad de momentos de fulgor, incluso del amor propio... no queremos acompañarte con juramentos, propósitos, palabras que sean sólo palabras que luego se lleve el viento.
Al contrario, venimos a tí con nuestra propia oscuridad y la luz que de ti nosllega, venimos con un clamor que nace desde nuestros abismos, con el gemido con que el Espiritu traduce nuestro llanto, con el deseo y la añoranza de corresponder a tu amor, en la misma medida con que tú te nos entregas... Toma nuestro corazón, ilumina nuestra mirada, para que nuestro horizonte sea el tuyo, para que sepamos asumir tu mismo destino, desde el fondo de nuestra debilidad, y el si quenace fiel y firme en el silencio profundo de nuestra alma que tiende siempre a tí, necesitada de ti.

Canto: "Dios es Amor"
Lectura contemplativa deJn 13,1-15
"Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de posar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el Mundo, tos amó hasta el extremo.
Durante la cena, cuando yo el diablo habla puesto enel corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarte, sabiendo que el Padre le habla puesto todo en sus manos y que habla salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó.

Llega o Simón Pedro; éste le dice: "Señor, ¡tú lavarme a mt los pies?" Jesús le respondió: "Lo que yo (logo, tú no lo entiendes ahora: locomprenderás más tarde. 'Le dice Pedro: "No me lavarás los pies jamás." Jesús le respondió: "Si no te lavo, no tienes parte conmigo."

Le dice Simón Pedro: "Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza." Jesús le dice: "El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos." Sabia quién le iba a entregar, y por eso dijo: "No estáislimpios todos
Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: '¡Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y 'el Señor', y decís bien. Porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo hehecho con vosotros".
La mesa está puesta, el Maestro está a la cabeza, un aire de quietud y serenidad se percibe en el ambiente. Los discípulos en derredor del Maestro, le miran como siempre: con amor de amigos y adhesión de discípulos, pero también con aquel resquicio de incomprensión que se delata en sus miradas. Sus amigos están ahí porque le aman, pero sus corazones están lejos de entenderlo que pasa en el corazón del Maestro, lejos de vibrar por aquello que late y vive dentro de Él... ninguno comprende que la donación del Hijo del hombre sea hasta el límite, y mientras tanto el Maestro sigue solo, con el dolor de una traición cercana que se agudiza por dentro y la serena certeza de su muerte ya Inminente.
La misma angustia de siempre Señor, te rasga ahora por dentro... no tecomprenden. Es el peso de nuestra humanidad débil e inacabada. El peso de un amor frágil y quebradizo como el nuestro, tantas veces mezquino y tantas veces fugaz, inauténtico. Es la pobreza radical de nuestra condición humana que busca a tientas tu rostro, que anhela horizontes infinitos pero que-en seguida cae y tropieza ante ta menor dificultad... la pobreza de nuestros miedos y del rechazo a la...