Identidad Ignaciana

Reflexión sobre la identidad ignaciana y los retos e implicaciones que se derivan de ella, para la gerencia social en el Colegio San Bartolomé La Merced.
Colegio San Bartolomé La Merced: Bogotá - Colombia
Octubre 16 / 2012




















Reflexión sobre la identidad ignaciana y los retos e implicaciones que se derivan de ella, para la gerencia social en el Colegio SanBartolomé La Merced.

Del joven de Loyola al Ignacio fundador de la Compañía de Jesús hay un recorrido no sólo de tiempo sino una experiencia profunda de conversión, que permitió a Iñigo descubrir el obrar de Dios en su vida y enrutar su destino a servirle de la mejor forma posible. Los rasgos distintivos del carisma ignaciano se dibujan una y otra vez en cada uno de los pasos de su recorridoespiritual desde su recuperación en Loyola, la vivencia del río Cardoner, Manresa, su paso por Salamanca, Alcalá, Barcelona y Paris hasta su estancia en Roma.

Es significativo encontrar que el peregrinar de Ignacio estuvo colmado de una inmensa vida interior capaz de poner en proyección su pensar, sentir; gracias a los momentos de silencio y oración que en presencia de Dios dispusieron su ánimapara la mayor gloria de Dios. Ignacio se enamoro de la vida de Jesús, lo siguió en su actuar, tuvo una experiencia “fundante” que le permitió avanzar en su camino. Este proceder de Ignacio, santo patrono en cada una de las obras que están lideradas por la Compañía que él fundó, están curtidas de su carisma y entrega y la misión de quienes trabajamos en ellas colocando nuestros dones y talentos,perspectivas y experiencias al servicio de los demás.

¿Cómo mantener el espíritu ignaciano a la luz de nuestros tiempos? ¿Cómo vivenciar en cada uno de los trabajos que se desempeñan en las obras de la Compañía de Jesús el carisma Ignaciano? ¿Cómo mantenernos contemplativos en la acción? El ejercicio que pretendemos realizar está dirigido a responder estos interrogantes, que J. Rambla S.Idesarrolla cuando expone su tesis de una matriz simbólica que ha de llevar a entender el actuar ignaciano de una manera actualizada.

La fuente directa del direccionar espiritual de Ignacio se encuentra en el legado de los Ejercicios Espirituales, éstos dan la luz que permite a cada una de las personas que los realiza disponer sus afecciones y operaciones a mayor gloria de Dios; pues a través deellos y por la gracia de la oración y el silencio interior el ejercitante reflexiona sobre sus afectos y a la manera de Ignacio, se entrega a revisar cada uno de los aspectos de su vida y a proyectar su actuar a través del discernimiento continuo. Un colaborador de la obra de la Compañía de Jesús ha de estar en actitud constante de revisión y de vida interior, entendiendo y disponiendo de lo que Jesúsva señalando en su vida, si esto es así cada uno de las personas que integran cada obra serán seres capaces de verse a sí mismo a la luz de los designios de Jesús descubriendo en su actuar cómo se hacen más humanos y más comprometidos con su proyecto de vida. Los trabajadores de las obras de la compañía de Jesús han de estar claros en su vocación. Ya lo señala Pedro Arrupe cuando dice:“enamórate, permanece enamorado y esto lo decidirá todo” es apasionarnos por lo que hacemos teniendo como ejemplo a Jesús y por tanto caminamos a su lado y nos entregamos a su compañía conociendo a fondo la manera de actuar de Ignacio de Loyola, su espiritualidad que moviliza el servicio y el diálogo efectivo entre los diversos miembros que conforman la obra donde desarrollamos nuestra labor.

Es por lotanto que ser ignaciano en este tiempo cobra aún mayor importancia, ya que debemos siempre atentos a realizar lectura de los tiempos y del contexto, estamos en un mundo caracterizado por crisis en especial la económica, la cual padecen muchas personas y que oculta en su transfondo otras crisis como: alimentaria, climática, de los derechos humanos, por nombrar algunas, las cuales terminarán...