ifigenia en aulide
Cuando en el año 406 a. C. murió Eurípides, a los setenta y ocho años, en la corte de Arquelao de Mace-donia, dejaba para su representación postuma tres tragedias: Alcmeón en Corinto, Ifigenia en Áulide y Bacantes, De la puesta en escena se encargó su hijo, Eurípides el Joven, que obtuvo el primer premio con ellas, ese primer premio que a Eurípides le habían regateado tantasveces sus conciudadanos atenienses.
Alcmeón en Corinto se nos ha perdido. Por algún resumen conocemos lo esencial de su trama, de corte paranovelesco, con peripecias fortuitas y anagnórisis patéticas. (Alcmeón enloquecido se había desprendido de sus hijos. Después de recobrar la razón, descubría en una esclava recién comprada a su hija. Luego, encontraba también a su hijo.) Este drama, que está enla línea del Ion y de otros melodramas de Eurípides, y que parece anunciar ciertos enredos familiares de las piezas de la Comedia Nueva, influyó, sintomáticamente, en una de las novelas antiguas de más amplia difusión medieval; la Historia Apollonn regís Tyri1.
i Ver sobre esta influencia las págs. que le dedica B. E. Perhy en su libro The Artcient Romances, Berkeley, 1967, 294 y sigs., o elresumen en C. García Gvm., Los orígenes de la no-veta, Madrid, 1972, págs. 329 y sigs.
De la Ifigenia en Áulide a las Bacantes hay una gran distancia dramática y espiritual. Que el viejo dramaturgo las compusiera en un espacio breve de tiempo revela la capacidad de su arte y la complejidad de su pensamiento. No sabemos cuál de las dos obras precedió a la otra en cuanto a su composición. Pero porsu técnica y por su estilo escénico es notoria la proximidad entre la Ifigenia y el Orestes y las Fenicias. El patetismo substituye a la auténtica tensión trágica, los caracteres son inestables y de muy dudosa estatura heroica, y la habilidad del dramaturgo no logra exprimir la grandeza del sustrato mítico, sino que trata de decorarlo con nuevos detalles pintorescos. En cambio, las Bacantes esalgo muy distinto: una tragedia paradigmática, con nuevos acentos religiosos y un verdadero .sentido de la catástrofe heroica, que ha llevado a algunos a aducirla como una prueba de la «conversión» del crítico racionalista en los umbrales de la muerte. Pero, sin recurrir a tales argumentos, vamos a situar primero a la Ifigenia y luego a Bacantes. Es la ordenación más coherente, y la más piadosatambién.
La valoración de la Ifigenia en Áulide varía mucho según los enfoques de los críticos. Para H. D. F. Kitto se trata de una pieza melodramática de valor secundario, aunque de cierto interés para la historia literaria del teatro2. En cambio, A. Lesky declara su admiración por ella como una de las más logradas creaciones del viejo trágico: «Si en varias tragedias tardías de Eurípidesse observa una nueva riqueza y también una nueva agilidad en el elemento psíquico, este des-
2 En su Greek Tragedy, págs. 362-69. P. e. en pág. 362 afirma: «AI rescatar la /. A. de los legados literarios de su padre Eurípides el Joven hizo poco para acrecentar la fama de aquél, pero nos ayudó a comprender por qué los filólogos de Alejandría pensaron que nada posterior de la tragedia griega eradigno de conservarse».
arrollo llega a su culminación en una de sus creaciones más bellas, Ifigenia en Aulide»}. Cree Lesky que Aristóteles, que en su Poética, 1454 a, había criticado la variación de actitud de Ingenia como algo «anómalo», no logró comprender todo el arte de Eurípides en sus progresos por expresar «todo el contenido psíquico» de sus personajes.
En esta presentación decaracteres que no son de una pieza, que vacilan y cambian de opinión en el curso de la trama, es desde luego la Ifigenia un paso más, después del Orestes. No es solo el famoso cambio de Ifigenia, «anómalo» según Aristóteles, porque la joven suplicante del comienzo es distinta de la resuelta heroína final, lo que hemos de destacar. También está ahí, asaltado por sus vacilaciones y su impotencia, el gran...
Regístrate para leer el documento completo.