IN MEMORIAM

IN MEMORIAM
Por Nostálgico Machado
En los días en que andaba el Juan Manuel, nos encontrábamos más en visitas funerarias que dentro del colegio. Comentábamos acerca de las muertes frecuentes de los que fueron en algún momento nuestros compañeros de labor. En ese momento se me ocurrió escribir un artículo jocoso sobre nuestra edad y como no deberíamos aterrarnos por eso, sino por el contrarioque no fuera más seguido. Además anoté en la conversación de marras, que sumadas nuestras edades seguramente llegaríamos hasta el nacimiento de la edad media.
Hoy sin embargo, cuando la parca se ha cebado en compañeros de todas las edades y a quienes de una u otra manera en el tránsito de su enfermedad les fueron negados permisos y se les obstaculizó el proceso para su atención, tanto desdedentro de la institución como externamente; cuando pasan los aniversarios en que deberíamos conmemorarlos y parecería que la amnesia nos alcanzó, creo deber fraterno recordarlos en sus nombres, ya que por sus cualidades no alcanzaría la extensión de este panfletillo en el resto del año.
Quién no recuerda a ALFONSITO, fumador empedernido, hijo eterno, con sus fabulosos cuadros y su cachacazgocaracterístico. Se fue luego de una pensión que casi no disfrutó, -como les pasó a muchos- falleciendo prontamente y lo hizo despidiéndose etéreamente en la sala de profesores, provocando susto en una docente de la mañana el 6 de agosto del año cero cuatro. O cuando el colegio adquirió ese silencio solemne, acartonado y jarto de hoy en día al irse la compañera que con su saludo retumbaba hasta elúltimo ladrillo del colegio. Compañera de farra en algunas ocasiones y quién de entrada aclaraba que no “se les pase la mano porque me encuentran como el H… que me cojió. Anda que me conoces, ajá” SILVINA a quien la enfermedad la arrastró rápidamente y la llevó sin que algunos de los que ella consideraba amigos fueran a visitarla, pues ninguno creíamos que no la volveríamos a ver. O la elegancia desiempre, bordando imposibles que le quedaban fabulosos o diseñando collares de los cuales alguna vez le adquirí para hacer un regalo. Siempre con el remedio milagroso pero que no le funcionó; nuestra querida RITA que en medio del trabajo fue recluida y esperando una operación nos dejó el recuerdo. Triste es que nadie hizo una reunión y les explicó a sus alumnos porque su maestra no volvería aacompañarlos y tuvimos que embejucarnos para que alguien escribiera que al menos habría una misa en su honor. ELIECER o INOCENCIO como el Bruno le puso en noche de farra y quien haciéndose como el que no, reclamaba”Pero entérenme”. Siempre alegre y de mirada socarrona, que puesto en fuga por el tiempo reglamentario al enterarse de su enfermedad cerró puertas y ventanas al igual que LOLITA sin permitir quefuéramos a despedirnos. Y ella que se enteró que por fin disfrutaría del tiempo de descanso merecido y que le pagarían los pocos pesos por su pensión el mismo día en que le dijeron que primero no tendría mucho tiempo y segundo que no sería propiamente un disfrute sino otro sufrimiento. Se apagó su voz de timbre suave pero de temperamento fuerte. Suerte similar corrió mi dilecta amiga CRISTINAquién arrastró con estoicismo y coraje una penosa enfermedad que desgraciadamente nos la arrebató sin permitir que muchos conocieran de su buen gusto, excelente sentido del humor, alto sentido de humanidad, como por ejemplo mantener con su propio peculio el salón donde laboraba y costear muchas de las actividades de sus alumnos, su honestidad fuera de toda prueba y su lealtad.




Que estaremosesperando para colaborar con un compañero cuando enferme, en vez de entorpecer y no decir en el funeral como lo dijo el cretino en forma desacertada y fuera de lugar en el de Silvina “¿si ven? para qué tanta pelea”, o peor aun remitirlo a medicina laboral para de pronto pedir su traslado o que cuando haya la descarga por enfermedad laboral exigir la legalidad, cuando para otros casos no se...