Incentivar más que destruir

Incentivar más que destruir
No debe haber cosa más difícil de definir en el mundo que el Arte. Ser un artista es una etiqueta extraña que en algunos casos ha sido despreciada categóricamente y enotras elevada a las alturas de las deidades. De alguna manera es una condición distintiva de algunos seres humanos a quienes el tiempo y las sociedades van venerando o traicionando según los antojos decada época. Sin embargo también es una propiedad de toda la humanidad y de todos los tiempos. Desde que hay hombres y mujeres, hay arte. No es una contradicción decir que algunos pocos elegidos sonlos grandes artistas y por otro lado decir que todos somos artistas. En mi criterio en todos nosotros está el arte como expresión humana, legítima y espontánea. Sin embargo hay quienes a esa necesidadde decir cosas le suman el talento, la capacidad y por sobre todas las cosas el empeño constante para lograr transmitir no solo un buen contenido sino también encontrar una bella y original manera dedecir las cosas. Por eso un artista es aquel que dedica su vida a buscar palabras, colores y músicas que digan lo que muchos queremos decir y a veces no nos animamos o no sabemos o no podemos. Haymiles de casos, de ejemplos maravillosos. Miles de Cortázar, de Lennon, de Torres García. Y nunca el artista fue profeta de su tiempo y no hay más que mirar algunas biografías para entender lossacrificios y la perseverancia a los cuales debieron someter su indudable capacidad creativa para poder ser lo que ellos buscaban. Y muchas veces logrado el éxito debieron luchar contra sus propios fantasmas,sus propias miserias humanas, porque generalmente los artistas más extraordinarios son víctimas de su extrema sensibilidad. Los hombres lógicos, metódicos y ultraterrenales no están tan dispuestos arajar sus venas y a enloquecer como los poetas, músicos, actores. Albert Camus decía que si el mundo fuera claro el arte no existiría y creo humildemente que no hay nada más cierto. En general los que...