indigentes

El caso de Cúcuta es sintomático de unos resultados proporcionales a lo hecho para derrotar los indeseables impactos sociales de la informalidad y el desempleo que azotan a la economía de lafrontera desde hace casi cuatro años: de ser en 2012 la quinta ciudad que más redujo su número de pobres, la capital de Norte de Santander sigue siendo la cuarta urbe más pobre de Colombia, solo superadapor Montería, Pasto y Cartagena, todo un contraste cercano al trauma si se toman en cuenta los menos de 200 kilómetros que la separan de Bucaramanga, la ciudad menos pobre del país.

Con un millónde habitantes y un 10,4 por ciento de pobreza, los gráficos del Dane desnudan que en la capital santandereana unas 100.000 personas son pobres, una cifra que en Cúcuta, con un poco más de 900.000habitantes, es de 300.000 personas, lo que dice mucho de los problemas de competitividad que enfrenta el área fronteriza para inducir mejoras en su economía a partir de una mayor demanda de productos yservicios.

En pobreza extrema, la otra medición revelada por el Gobierno esta semana, Cúcuta es también la quinta ciudad de Colombia con el mayor número de personas que reciben para sumanutención menos de 112.500 pesos mensuales, un monto que la estadística socio-económica utiliza para agrupar a la población indigente, todo un tecnicismo cuyo rostro humano no puede entenderse aunque sepamospor el Dane que la capital nortesantandereana, junto a Pasto, fueron las ciudades que más logros obtuvieron en 2012 para reducir sus niveles de indigencia.

Ambas ciudades, marcadas por la nosiempre benefactora influencia de las economías fronterizas, bajaron este flagelo social en 0,8 puntos y fueron superadas solo por Barranquilla, que pudo, cuando menos, bajar esta población en 1,5puntos. De resto, muy poco. Medellín, con medio punto; Bogotá, con cero puntos; y Cartagena, donde la indigencia subió en vez de bajar, explican por sí solas que, a veces, mal de muchos, consuelo de...