Ingeniero
La torre no se concluyó. Nos imaginamos quecuando un obrero pedía el martillo, el otro le pasaba un clavo porque no se entendían. Su lenguaje era confuso.
La plaga de la incomprensión que azotó a los constructores soberbios se repite ennuestro tiempo. Hoy existe una confusión comunicativa por el uso equívoco de varias palabras que viene, ya no de Dios, sino de los mismos hombres.
Es el problema de la ambigüedad de los términos conque se proponen varias leyes o derechos que amenazan valores fundamentales de la persona humana.
En parlamentos y foros mundiales existen numerosas expresiones que ocultan su contenido verdaderopara ser utilizadas, después, en ámbitos políticos desconociendo su genuino alcance.
La enumeración de algunas expresiones y conceptos, en campo ético, manifiesta el problema de la manipulaciónlingüística.
El primer vocablo corresponde al aborto siendo uno de los más debatidos y conflictivos por las verdades que encierra. Así el aborto viene revestido con distintos nombres, como: “el derecho ala libre elección del embarazo”, “derecho a la interrupción del embarazo”, “derecho a disponer del propio cuerpo” y “derecho a la libre maternidad”, entre otros. Esta sinfonía de palabras pretende, enrealidad, esconder la situación de la muerte del no nacido.
Expresiones de este tipo producen un efecto anestésico que evita un rechazo casi intuitivo de las prácticas abortivas.
Continuando lalista, pasamos a la “píldora del día después” como la denominación perfecta para expresar un producto potencialmente abortivo. También las clínicas pro-aborto se hacen llamar “centros de salud...
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