Inmigraciòn en italia

EL CASO ITALIANO
Italia se ha transformado en pocos decenios de un pais de emigraciòn a un pais de inmigraciòn. No existìa, por tanto, una experencia administrativa, ni un cuerpo normativo que permitiera afrontar los flujos migratorios extracomunitarios que se sucedieron con creciente intensidad a partir de 1990. En el fondo, en estos anos la parte Norte de Italia apenas habìa acabado de digerirlas grandes migraciones internas de los decenios precedentes. La falta de preparaciòn psicologica ha llevado a asumir actitudes extremistas hacia los inmigrantes extracomunitarios que han provocado ulteriores contrastes internos, tanto politicos como sociales. Una parte de los catholicos y de la izquierda, unidas por una especie de “internacionalismo caritativo”, son partidarios de la maximaapertura hacia lo extranjero, entendiendo que es portador de una diversidad que enriquece el paìs del destino. Fuera de estas posturas extremas, la posiciones del fragmentado mundo politico y de la poblaciòn siempre mas apolìtica se colocan en un arco que va desde la desconfianza prudente hasta la aversiòn total por los inmigrantes. Geopoliticamente, Italia es un territorio dificilmente controlable nosolo por los 7500 kilometros de costa sino tambièn por la poca distancia que separa algunos puntos costeros de areas de guerra,de fuertes crisis politicas y economicas como los Balcanes, o de area de incontrolada expansiòn demogràfica, como los estados de la orilla meridional del Mediterraneo. Menos de cien kilometros separan Albania de la regiòn de la Puglia. Poco mas de cien kilometros separantunez de sicilia. Por su posiciòn geografica, Italia estaba predestinada a convertirse en el “puente” natural entre las areas de tensiòn y las areas ricas. A traves de este puente entran – legal o ilegalmente- oleadas migratorias que, partiendo de las regiones meridionales de la penìnsula, se mueven hacia las zonas industriales del norte de italia y hacia los otros Estados de la Uniòn. Estosultimos siguen con aprensiòn las dificultades con las que Italia intenta a duras penas controlar las migraciones, porque el extranjero que entra en el àrea de schengen no encuentra ( en teorìa) ulteriores controles en las fronteras nacionales internas. En el plano de la politica interna al inicio de los anos Noventa la intensificaciòn de la inmigraciòn coincidiò con la profunda transformaciòn del mundopolitico italiano. Despues de decenios en los qur se habìa debatido (sin resolverla) sobre la cuestion meridional, en las regiones ricas del Norte de Italia se habian formado movimientos locales llamados “ligas” que promovìan la cuestion septentrional, convirtiendose en portavoces de la insatisfacciòn de los productores del Norte por las carencias del aparato estatal. Estos entes por primera vezen la historia de la joven republica italiana ponian en duda el dogma de la unidad nacional, puesto que pedian a grandes voces un federalismo que, en realidad, asumia el semblante de una secesiòn. Este localismo politico fundò su fortuna electoral primero sobre el’antimeridionalismo, sintetizado en el lema: basta con los impuestos del norte que financian al Sur parasitario, el dinero se quedadonde se produce. A la aversiòn contra los italianos meridionales se intentò asociar la revaloricaziòn de tradiciones hipoteticamente nordicas, a menudo con ceremonias de sabor vagamente demencial-dedaista. La inmigraciòn permitiò a la “Lega nord” correr el blanco del antimeridionalismo a la xenofobia: de hai la solictud de un referendum contra la ley sobre inmigraciòn. Solo partendo de este contextosocial se puede explicar tanto la insuficiente tecnica legislativa de la ley italiana n° 40 de 1998,como el reenvìo de la soluciòn de muchos problemas a decretos sucesivos a la ley y las contradicciones entre la propria ley y los decretos, regolamentos, etc que deberian haber desarollado la norma y, en cambio, se han alejado de ella. En el plano del control del territorio, finalmente, debe...