Inspiración

Entramos a un bar. El frio de la calle comenzaba a ponerme de mal humor y aunque ella no toma, aceptó fumarse un cigarrillo conmigo. Me acerco a la barra, pido un whisky doble en las rocas, leofrezco una silla y en seguida pido un cenicero. Antes de que me lo traigan, enciendo su cigarro (me gusta verla mientras fuma… no sé, hay algo en el humo que me gusta). No nos veíamos hacia tiempo. Ahoraque lo pienso, siempre se me ha hecho complicado decidir cuanta es la cantidad de “tiempo saludable” que se acostumbra cuando te dicen que la relación “necesita un tiempo”.

A veces, me gusta pensarque necesitas tiempo para olvidarte de la otra persona para que cuando la vuelvas a ver, vuelvas a sentir aquello que te atrajo en un primer momento. No estoy en desacuerdo con las rutinas (lasconsidero necesarias para generarte un orden y desarrollar tu responsabilidad), pero a veces tienden a diluir un poco los colores de lo espontáneo.

Se me hace difícil entender la espontaneidad, más aún,dentro de una relación. Siento que la mayor parte del tiempo estoy intentando vivir el momento (bueno, el 90% del tiempo es una especie de “intento mental”… pero mental es real también, ¿o no?) No sé,es divertido crear un mundo paralelo, formado por tus pensamientos; eso sí, lo que no es divertido para nada es perderse ahí. La imagen de un recuerdo o idea, sumado a la emoción-droga del momento,puede convertirse en algo con lo que no te querrás encontrar mientras andes a ciegas y preguntando por direcciones… aunque bueno, depende de la idea o el recuerdo.

¿Qué estaba diciendo? Suelocometer siempre este tipo de cosas, ustedes saben, el irme por las ramas. Algunas personas dicen que es porque pienso demasiado, mmm… yo no sé que creo, pero definitivamente no se puede ser muy espontáneosi se piensa todo y tantas veces. Lo raro es que siempre recibo comentarios de personas que dicen que les parezco espontáneo. En fin, yo no entiendo nada.

Estoy seguro que debe de haber sido poco...