Introducción a la historia
El objeto de la historia esesencialmente el hombre, mejor dicho, los hombres. Detrás de los rasgos sensibles del paisaje, de las herramientas o de las máquinas, detrás de los escritos aparentemente más fríos y de las institucionesaparentemente más distanciadas de los que las han creado, la historia quiere aprehender a los hombres.
Del carácter de la historia, en cuanto conocimiento de los hombres, depende su posiciónparticular frente al problema de la expresión.
Cada ciencia tiene su propio lenguaje estético. Los hechos humanos son esencialmente fenómenos muy delicados y muchos de ellos escapan a la medida matemática.Es difícil, imaginar que una ciencia, sea la que fuere, pueda hacer abstracción del tiempo. El tiempo de la historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irrevertible, es el plasma mismoen que se bañan los fenómenos y algo así como el lugar de su inteligibilidad. . El número de segundos de años o de siglos que exige un cuerpo radiactivo para convertirse en otros cuerpos es un datofundamental de la atomística.
En los estudios cristianos una cosa es para la conciencia inquieta que se busca así misma, una regla para fijar su actitud frente a la religión católica tal y como sedefine cotidianamente en nuestra iglesia, y otra es, para el historiador como un hecho el catolicismo actual. En una palabra, la cuestión no es saber si Jesús fue crucificado y luego resucito. Lo que setrata de comprender es porque tantos hombres creen en la crucifixión y en la resucitación. Ahora bien, la fidelidad a una creencia no es, evidentemente, más que uno de los aspectos de la vida general...
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