Investigación cualitativa

Haití y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas.
Dr. Daniel E. Aguilar-Aes (PhD en Psicología Clínica)

Parodiando, mejor plagiando, las palabras de la poetisa nacional inicia esta brevísimareflexión acerca del momento que estamos viviendo y las enormes similitudes que nos ayudan a descubrir quienes somos y qué deseamos como pueblo.
Indiscutibles son las diferencias entre lo que llamaré“nosotros” (para deslindarme de issues políticos y “ellos”), entre este autodenominado país “blanco” como lo determina el último censo y uno definitivamente negro, en términos estrictamente raciales.Puerto Rico posee en campo económico el ingreso per capita más alto de toda América Latina, mientras que en las antípodas de la misma lista se encuentra Haití poseyendo el más bajo con $1,300 per capitaanual (el salario diario promedio es de $3). Históricamente, Haití es la primera República del Continente. Basta recordar (para quienes leemos poco y vamos al cine mucho) el espectacular filme AMISTADde Spilberg, dónde se deja entrever cómo los negros del Sur de los Estados Unidos emigraron a Haití por un sueño de libertad. Por “nuestra” parte, de manera indeterminada, el tema del status es elque aun nos atrae más debido a la aparente decisión por la indecisión. Puerto Príncipe, la capital haitiana tiene la mitad de los habitantes de todo Puerto Rico.

Más allá de las profundas diferenciasde una cultura francesa y una española posteriormente impregnadas de norteamericanidad, ambos pueblo spueden percibirse como las alas negra y blanca del mismo pájaro. Dos acontecimientos centranesta reflexión: primero la profunda crisis que ha vivido Haití, en este año agudizado por el terremoto de enero 12 de proporciones insospechables y la otra la crisis por el cólera que azota este pueblohermano desde hace unas semanas. Todo esto vino a mi mente cuando fui invitado el fin de semana pasado a un cóctel que realizaba la ONG “Aventura Humana” y veía el gran desprendimiento con que...