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Editado por la Academia Nacional de Medicina y por la Comisión Mexicana deInvestigación en Salud (COMISA), este libro está dividido en cinco capítulos. El primero lleva al lector desde la estructura legal y el gasto en ciencia y tecnología en México, los recursos humanos, los programas de apoyo y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), hasta el análisis de los productos de la ciencia mexicana, léase publicaciones científicas. Para esto último los autores comparan laproducción e impacto de la ciencia entre los cinco países más grandes de América Latina, de 1981 a 1993. Resulta muy informativo saber, por ejemplo, que México ocupó el tercer lugar de América Latina en el número de artículos producidos en ese periodo, detrás de Brasil y Argentina, y el noveno en el número de citas promedio por trabajo publicado, por debajo de países como Haití, Panamá, Jamaica yGuatemala. Es notable que si se toman en cuenta las publicaciones de los miembros del SNI, tal análisis indica que en 1991 los científicos mexicanos publicaron 1 149 artículos internacionales en revistas con arbitraje; esto representa una productividad de un artículo por año, por cada cinco miembros del SNI. El estándar de oro internacional es de un artículo por investigador por año. A pesar deeste nada festejable dato y para que no se piense que hubo sesgo de selección, no anotaré que la disciplina más productiva fue medicina.
El segundo capítulo trata sobre la historia de las ciencias de la salud en México de 1888 a 1980, al tiempo que muestra algunos artículos clásicos que contribuyeron al desarrollo de la ciencia mexicana en esa época y las publicaciones por especialidad sobre lainvestigación médica en México. No obstante su inevitable carácter inacabado, este capítulo puede resultar informativo para el lector interesado en conocer la historia de la investigación médica que ha sido la de más tradición en México y América Latina.
El capítulo III, "La situación actual de la investigación en salud", es particularmente importante por lo escrito al comienzo de esta reseña. Sigocon las cifras: en 1992, el gasto público federal para la investigación en salud en México fue de 143.4 millones de pesos, cifra equivalente a 0.014% del PIB y 0.28% del gasto total en salud. Siguen ahora las inevitables comparaciones: todos los países industrializados dedican más de 0.1% de su PIB al mismo rubro. El asunto no mejoró en 1994 (antes de diciembre): el Informe de 1994 acerca de los...
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