Invisible

Invisible
Desde hace tiempo que no quería podía escribir. No conozco a mí antigua persona; recuerdo toda esa vida pero la veo como si yo fuera un espectador, como si no perteneciera a todas esasescenas que probablemente son importantes para cualquier otra persona.
Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No meduele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele. No me duele. Me duele.No me duele. Me duele. No me duele.
Toda la semana me he castigado enojado conmigo por ser cobarde. Lo fui el sábado, domingo, lunes… También porque soy muy miserable. Al menos así me siento.

Creoque agarré la tos el fin de semana. Lo sé porque corrí empapada desde Coyoacán hasta acá sin cambiarme de ropa, y cuando llegué puse la primera película que mi abue me llevó a ver al cine. Fue porquevisité la plaza donde me obligaba impulsaba a lanzar maíz o alpiste a las palomas que se arremolinaban para comerte la mano juntaban alrededor del quiosco. Después pasé por la librería y agarré unaoferta de esas que mi abue JAMÁS desaprovecharía si leyera mucho. No lo hace porque no quiera, sino porque sus ojos “ya se cansaron.”, como ella me decía. También pasé por un riquísimo capuchinocaliente y churros recién hechos a El Jarocho, alimento de enamorados, decía mi abue. Caminé despacio de regreso a la plaza y tomé asiento en la banca menos colorida del lugar. Según mi abuelita, “Éstas sonlas mejores, mija. La falta de color que tengan significa que han sido bien recibidas por todo el que se ha acercado”.
Lo mejor de esos días con ella era que caminábamos juntas. Ya fuera corto o largoel trayecto, yo la tomaba de un brazo mientras que con el que le quedaba libre sostenía firme su sombrilla. No importaba si llovía o no, siempre llevaba una sombrilla.

–Abue, ¿por qué ya no llevas...