Jasso
Lasparábolas de las que se vale Paulo Coelho para llegar a tantos lectores, son simplificadoras y efectivas. El mismo lo ha reconocido: «Podría escribir un libro complicado por semana, pero sólo consigoescribir un libro directo y simple cada dos años».
En ‘El demonio y la señorita Prym’ se deja en el aire una pregunta compleja, ¿es el ser humano bueno o malo por naturaleza?, para responderla con lasencillez aparente de las parábolas. He aquí la historia: A Viscos, un pequeño pueblo apartado del mundo, en el que ya no nacen niños y donde parece que el tiempo se ha estancado, llegará un forastero queviene acompañado de la sombra del demonio. Así lo percibirá la anciana Berta que habla con su marido muerto y pasa el día sentada a la puerta de su casa. El misterioso visitante planteará a laspacíficas gentes de Viscos un dilema moral. Utilizando como interlocutora a Chantal Prym, una joven camarera del hotel del pueblo, el forastero va a revelar la existencia de unos lingotes de oro queentregará a los habitantes de Viscos si en el plazo de una semana, cualquiera de ellos comete un asesinato.
Una historia amarga
Con su curiosidad, la señorita Prym se adentrará en la historia amargaque se oculta tras el comportamiento del forastero. La valentía de la joven, que se atreverá a dialogar con el recién llegado y a mirar dentro de si misma para enfrentarse a su lucha interna entre elBien y el Mal, se impondrá en la resolución final.
Como en otras narraciones de Coelho, se aplica el método, tan apetecido por los aficionados a los libros de autoayuda, de enunciar con claridad...
Regístrate para leer el documento completo.