Jesus

JESÚS HACE UN MUNDO NUEVO
El lujoso auto de una anciana se averió en la ruta. Llego Heraldo detuvo su viejo auto modelo 1953 en el arcén y se acero a laanciana de cuyo rostro asomo un gesto de desconfianza.
- No tenga miedo vengo a ayudarla ¡entre en el auto para que no siga mojándose. Hace mucho frio!
Era solo unpinchazo Heraldo lo arreglo en breves momentos.
-¿Cuánto le debo?
- no, yo no cobro los favores. La mejor manera de pagarme es que, cuando vea a alguien ennecesidad le ayude, le hará mucho bien a Ud.
Ayudar a la gente le daba mucha satisfacción a heraldo.
Pocos kilómetros mas adelante, la anciana diviso un precario
Bar yentro en el para tomar un café caliente.
-¡tome, séquese sus cabellos y su cara. Tendrá frio!
La camarera, una joven embarazada, le entrego una toalla limpiacon una sonrisa acogedora y amable.
-¡como gente tan pobre es tan generosa con los extraños!, pensó la anciana, recordando a heraldo.
Pago con cien pesos. Cuandola camarera fue a buscar ele cambio, la anciana ya no estaba. Corrió a llamarla, pero sobre una mesa encontró un papel escrito:
“cuando tuve necesidad, alguienme ayudo. Si quieres pagarme, no dejes de ayudar y ser bendición para los otros, como hoy lo han sido conmigo. Sigue dando de tu amor y de tu amabilidad”.
Debajodel papel había cuatrocientos pesos.
Por la noche, aquella camarera no paraba de pensar.
“¡como esta señora sabia las necesidades y penurias económicas que mimarido y yo sufrimos!”
Nunca Heraldo podía imaginar que aquella anciana le iba a devolver el favor tan pronto y tan generosamente.
Y, precisamente, en su esposa.