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Gritos, suspenso y horror son las virtudes que han hecho de la puesta en escena “La Dama de Negro” un clásico en el teatro de México, Odiseo Bichir y Rafael Perrín, una mancuerna que alternó suspersonajes en las dos funciones programadas el 11 de febrero en nuestro teatro de la ciudad Emilio Rabasa. “La Dama de Negro” se compone de dos actos y un sólo tiempo.

“Es el teatro dentro delteatro” opinaron algunos asistentes, donde dos actores interpretan a diferentes personajes y donde la imaginación tiene que ir de la mano con los sonidos, las voces y las actuaciones de los que están enescena, para transportarnos al horror de la historia, en un pueblo alejado de la mano de Dios, donde los niños están en peligro y donde la venganza de una mujer se hace patente en la vida de todos losque viven en esa pequeña región. La obra comienza cuando Arthur Kipps (Odiseo Bichir) ha vivido aterrado a partir de una experiencia con fantasmas que enfrentó en su juventud y decide solucionar elhorror que lo ha mantenido preso durante años; las terribles cosas que le han sucedido deben ser contadas ante un público que debe estar conformado por sus familiares y amigos, por lo que decideescribir el relato y buscar la ayuda de un escéptico director de escena; acude con el director de escena John Morris (Rafael Perrín)para escribir el escabroso relato, para que le oriente hacia la adecuadainterpretación de su texto, dándose cita en un viejo y abandonado foro. La experiencia que los llevará a recorrer los personajes involucrados en dicha historia, dejará una profunda huella sobre elescenario.
Después de las dos funciones, que fueron un deleite para los amantes de este arte, los que presenciaron la puesta en escena comentaban que, aparte de ser una excelentísima obra de teatro, laescenografía fue parte fundamental para recrear todo el ambiente tétrico de la historia.
Excelentes actuaciones, de gente tan profesional como el señor Bichir dejó a los espectadores un buen sabor...