Jojojo

El gran desafío
El Estado debe mantener políticas activas en favor de la ciencia y jugar un papel central
Desde hace muchos años que en la Argentina casi nadie parece tener dudas, en el nivel deldiscurso, acerca de que el conocimiento científico y tecnológico es uno de los más poderosos motores que impulsan el desarrollo de la sociedad y de la economía. Sin embargo, el país invierte eninvestigación mucho menos de lo necesario y se da el lujo lamentable de descuidar a sus científicos y tecnólogos, hasta el punto de tolerar una emigración que alcanza hoy proporciones alarmantes. El casoargentino encierra una triste paradoja, por cuanto el país que ha sido capaz de construir una capacidad científica relativamente alta en el contexto de América latina es el mismo cuya dirigencia se hadesentendido largamente de ella. En una gran medida, hoy en ciencia y tecnología vivimos del capital acumulado en las décadas de los cincuenta y los sesenta, pródigas en esfuerzos y también enresultados. En aquellos años se crearon las principales instituciones científicas y tecnológicas (CONICET, INTA, INTI y CONEA) al tiempo que las universidades nacionales alcanzaban un alto nivel en materia deinvestigación.
El panorama actual es un reflejo empobrecido del pasado esplendor. Buenos grupos de investigación resisten el deterioro y continúan produciendo, hasta el punto de que la presencia deinvestigadores argentinos en las principales bases de datos ha seguido aumentando, pese a la crisis de financiamiento. INVAP y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) son excelentescasos de capacidades tecnológicas, aunque lamentablemente estén aisladas en el escenario de un perfil productivo con escaso valor agregado. Las empresas argentinas, con algunas excepciones, son pocoinnovadoras. La inversión privada en ciencia y tecnología apenas representaría un 20% del total del país, mientras que en los países industrializados oscila entre el 50% y el 75% del esfuerzo nacional....