Jorge Luis Borges

Páginas: 6 (1360 palabras) Publicado: 30 de mayo de 2015
Jorge Luis Borges
(1899–1986)


Historia del guerrero y de la cautiva
(El Aleph, 1949)




         En la página 278 del libro La poesía (Bari, 1942), Croce, abre­viando un texto latino del historiador Pablo el Diácono, narra la suerte y cita el epitafio de Droctulft; éstos me conmovieron singularmente, luego entendí por qué. Fue Droctulft un guerrero lombardo que en el asedio de Ravena abandonóa los suyos y murió defendiendo la ciudad que antes había atacado. Los raveneses le dieron sepultura en un templo y compusieron un epitafio en el que manifestaron su gratitud (“contespsit caros, dum nos amat ille, parentes”) y el peculiar contraste que se advertía entre la figura atroz de aquel bárbaro y su simplicidad y bondad:
Terribilis viste facies mente benignus,
Longaque robusto pectoresbarba fuit![1]
         Tal es la historia del destino de Droctulft, bárbaro que murió defendiendo a Roma, o tal es el fragmento de su historia que pudo rescatar Pablo el Diácono- Ni siquiera sé en qué tiempo ocurrió: si al promediar el siglo vi, cuando los longobardos desolaron las llanuras de Italia;, si en el VIII, antes de la ren­dición de Ravena. Imaginemos (éste no es un trabajo histórico) loprimero.
         Imaginemos, sub specie aeternitatis, a Droctulft, no al indivi­duo Droctulft, que sin duda fue único e insondable (todos los individuos lo son), sino al tipo genérico que de él y de otros muchos como él ha hecho la tradición, que es obra del olvidó y de la memoria. A través de una oscura geografía de selvas y de ciénagas, las guerras lo trajeron a Italia, desde las márgenes delDanubio y del Elba, y tal vez no sabía que iba al Stir y tal vez no sabía que guerreaba contra el nombre romano. Quizá profesaba el arrianismo, que mantiene que la gloria del Hijo es reflejo de la gloria del Padre, pero más congruente es imagi­narlo devoto de la Tierra, de Hertha, cuyo ídolo tapado iba de cabaña en cabaña en un carro tirado por vacas, o de los dioses de la guerra y del trueno, queeran torpes figuras de madera, envueltas en ropa tejida y recargadas de monedas y ajorcas. Venía de las selvas inextricables del jabalí y del uro; era blanco, ani­moso, inocente, cruel, leal a su capitán y a su tribu, no al universo. Las guerras lo traen a Ravena y ahí ve algo que no ha visto jamás, o que no ha visto con plenitud. Ve el día y los cipreses y el mármol. Ve un conjunto, que esmúltiple sin desorden; ve una ciudad, un organismo hecho de estatuas, de templos, de jardines, de habitaciones, de gradas, de jarrones, de capiteles, de espacios regulares y abiertos. Ninguna de esas fábricas (lo sé) lo impresiona por bella; lo tocan como ahora nos tocaría una maquínaria compleja, cuyo fin ignoráramos, pero en cuyo diseño se adivinara una inteligencia inmortal. Quizá le basta ver un soloarco, con una incomprensible inscripción en eternas letras romanas. Bruscamente lo ciega y lo renueva esa revelación, la Ciudad. Sabe que en ella será un perro, o un niño, y que no empezará siquiera a entenderla, pero sabe también que ella vale más que sus dioses y que la fe jurada y que tódas las ciénagas de Alemania. Droctulft abandona a los' suyos y pelea por Ravena. Muere, y en la sepulturagraban palabras que él no hubiera entendido:
Contempsit caros, dum nos amat ille, parentes,
Hanc patriam reputans esse, Ravenna, sham.
         No fue un traidor (los traidores no suelen inspirar epitafios piadosos); fue un iluminado, un converso. Al cabo de unas cuantas generaciones, los longobardos que culparon al tránsfuga proce­dieron como él; se hicieron italianos; lombardos y acaso alguno cíesu sangre —Aldiger— pudo engendrar a quienes engendraron al Alighieri... Muchas conjeturas cabe aplicar al acto de Droc­tulft; la mía es la más económica; si no es verdadera como hecho, lo será como símbolo.
          Cuando leí en el libro de Croce la historia del guerrero, ésta me conmovió de manera insólita y tuve la impresión de recu­perar, bajo forma diversa, algo que había sido mío....
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Jorge luis borges
  • el inmortal jorge luis borges
  • el sur
  • Jorge luis borges
  • jorge luis borges
  • El Sur-Jorge Luis Borges
  • Biografia De Jorge Luis Borges
  • Jorge Luis Borges

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS