Kandy
Había una vez, en un reino poco conocido, una princesa {...} como siempre; muy hermosa, como siempre; de gracia infinita, como siempre, muy buena, como siempre; y muypendeja...como todas. Cuando nació, un hada, que era más bien bruja, se enamoró de la princesa e intentó como remedio para su amargura convertirla en su hija. Al fracasar, la idea de no tener nada seguro más quesu amargura y su soledad la abrumó, la abrumó tan profundamente que decidió entonces envenenar el alma de la princesa para hacerla semejante a ella.
Los años pasaron y…, como siempre, la princesacreció siendo cada día más bella, con una imagen perfecta de dulzura e inocencia que podía engañar al más sabio hombre del reino, dulzura...inocencia...engañar al más sabio hombre del reino.Francamente la princesa era un ser de notable inteligencia: sabía cómo resolver incógnitas de gran dificultad, conocía de memoria las obras literarias más exquisitas y extensas, así como los recursos de laretórica más complejos, sabía leer desde los 3 años, y sabía también los trucos más oscuros y efectivos para conquistar a las personas sin perder esa perfecta imagen de dulzura e inocencia. Sabía, porejemplo, que no existe mejor forma de atraer a un hombre que compartir (o pretender compartir) todos y cada uno de sus gustos, para convertirse así en la mujer que ese hombre creía desear: la princesapodía ser la mujer perfecta para cualquier hombre del reino.
Su don, el don de ser puta por naturaleza y no por elección, lo tuvo desde que su alma tuvo la brillante idea de existir, su bruja madrinale ayudó a desarrollar habilidades fantásticas de egolatría y manipulación; los padres de la princesa se encontraban bajo un bonito hechizo que les permitía vivir felizmente engañados. Su madre, lareina más bondadosa y sincera del mundo, se encontraba además bajo un encantamiento que ella misma había creado, un encantamiento interminable, inquebrantable...y secreto, pues si algún día consumía...
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