la aleria de estudiar!
Creo que volveré sobre este “sí” en otra ocasión, pero ahora quisiera relacionar la alegría con el aprender y particularmente con el estudio después de quedejamos de ser estudiantes. Cuando ya no es una obligación, un aprendizaje ordenado institucionalmente, vigilado y evaluado con miras a una finalidad externa, cuando ya no tenemos que estudiar, elestudio puede transformarse en una alegría, algo gratuito que hacemos por puro gusto.
Un exagerado espíritu de seriedad tiende a dejar fuera del aprendizaje este sentimiento. Y no lo digo por aquellode “la letra con sangre entra”; creo que nunca está de más un castigo a su hora y en su sitio. Ni creo que el aprendizaje deba confundirse, como suele suceder ahora con demasiada frecuencia, con unparque de diversiones donde los contenidos se reparten como chocolatinas. Como reza la antigua sabiduría: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Y en elaprendizaje, la alegría llega después, no tarde sino a su hora. Parece que es después de haber pasado por el tiempo escolar que descubrimos, con alegría, un niño dentro de nosotros, ávido de aprender. Esa esla hora en que comenzamos a sentir necesidades o carencias de las que estábamos menos conscientes, curiosidades o inquietudes para las que nunca tenemos tiempo. Entonces, ya no se estudia por deber...
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