La Biblia Palabra De Dios

Introducción



Al afirmar que la Biblia contiene la Palabra de Dios le estamos confiriendo un carácter divino, un origen divino a un conjunto de libros. Es de notar que al hablar de palabras de Dios le estamos dotando de rasgos antropomórficos a la divinidad. ¿Es que Dios habla como un ser humano? Como todo antropomorfismo hay que entenderlo con cuidado. La palabra de Dios no es idéntica ala palabra humana y sin embargo, las palabras bíblicas son humanas. Lo importante es notar que tras la palabra humana hay una voluntad de Dios de comunicarse.



La Biblia, palabra de Dios



Afirmar que los escritos bíblicos son Palabra de Dios (y no sólo que contienen o guardan cierta relación con Dios, o son intuiciones sobre Dios de personas relevantes para una religión) es parte delmisterio de nuestra fe. Entendiendo por misterio como aquello que tiene que ver con la acción salvífica de Dios en la historia humana que no puede verse sino con los ojos y desde el don de la fe. Por ello la naturaleza divina de la Biblia no es algo que se imponga necesariamente desde la lectura misma de la Biblia, sino desde la aceptación de lo que llamamos dogma de la inspiración.



Locual no significa que la inspiración sea algo que se le añade al texto como algo ajeno o que la Iglesia la defina como una característica exterior. La misma Biblia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, reconoce el origen divino de las palabras que contiene. Claramente en la formulación del Decálogo en Ex 20,1ss se escriben palabras porque se les reconoce su origen divino (Entoncespronunció Dios todas estas palabras diciendo). Es más, en Ex 31,18 se representa ese origen divino como palabras escritas por el dedo de Dios en las tablas de la Ley.



Podríamos seguir rastreando largamente esa conciencia en más textos del Antiguo Testamento, pero es inevitable citar al menos a los profetas con su frecuente fórmula así dice el Señor con la que introducen sus discursos. Y encontinuidad con esa comprensión en el Nuevo Testamento encontramos la aceptación del origen divino del Antiguo Testamento (cumplimiento y autoridad de la Escritura cf. Mt 12,41-42; Lc 24,27) y la presentación de las palabras de Jesús como palabras que superan la esfera humana (cf. Mt 5,22 especialmente con la fórmula pero yo os digo).



Dando un paso más, en los últimos estadios de formación delNuevo Testamento se llega a formular que el que ha hablado por boca de los profetas, al igual que lo ha hecho en Cristo, es el Espíritu Santo dando así una continuidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo respecto a su autoría divina (cf. 1Pe 1,10-12; 2Pe 1,16-21).



Pero el texto clave para el principio de la inspiración de la Biblia lo encontramos en la 2ª carta a Timoteo 3,14-17: 14Tú,en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, 15y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; 17así el hombre de Dios se encuentraperfecto y preparado para toda obra buena.



Arrancando de estas raíces bíblicas la Iglesia ha confesado, y desarrollado teológicamente, el carácter divino de la Biblia. Dios, por medio de su Espíritu, ha inspirado a las personas que escribieron la Biblia, sin olvidar, tal y como dice 2Tim 3,14-17, que la inspiración tiene una finalidad clara: educar en la justicia y preparar para toda obrabuena, o dicho en otras palabras: llevar a la salvación mediante la fe en Cristo. Así lo establece el Concilio Vaticano II en un texto que es de referencia obligada:

"Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. La santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros...