La caída del régimen zarista
Nicolás II se dejó detener sin ofrecerresistencia a su regreso del desmoronado frente. Tuvo la suerte de no ser encerrado en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo y fue confinado junto con su esposa e hijos en el palacioTsárskoye Seló, en las afueras de San Petersburgo, reteniendo algunos privilegios domésticos.
En agosto de 1917, temiendo un intento de asesinato, Kérenski exilió a los Romanov a Tobolsk, en Siberia. Altriunfar la Segunda Revolución rusa en octubre de 1917, en la que los bolcheviques —liderados por Lenin— derrocaron al gobierno de Kérenski, el Soviet Central ordenó primero el traslado a Moscú delemperador depuesto; pero luego se instruyó el traslado de la familia imperial a Ekaterimburgo, que se hallaba bajo control del Soviet de los Urales con apoyo del Ejército Rojo.
El 4 de julio de 1918,ante el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, se temió que estas tropas liberasen a la familia e intentasen restaurar el régimen del zar. El Soviet de los Urales, se personó apresuradamenteen Moscú con Sverdlov y planteó el asesinato y encubrimiento ante este último.
Un escuadrón de la policía Cheka al mando de Yákov Yurovski relevó a la guardia de la casa, y el 16 de julio recibió laorden del Soviet de los Urales de fusilar a toda la familia.
En la medianoche del 17 de julio el zar junto a los integrantes de la familia fueron llevados al sótano de la Casa Ipátiev donde fueronfusilados, junto a algunos sirvientes cercanos, un médico leal e incluso el perro del niño. El pretexto era que se les iba a tomar una fotografía antes de partir; o se les iba a trasladar.
Nicolás IIcolocó al heredero en sus rodillas mientras tomaba asiento junto a la zarina, las hijas se sentaron atrás y los sirvientes y el médico a los costados, de pie. Pasaron unos instantes y repentinamente...
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