La catedral de Merida

Una página memorable en la historia de Yucatán: 250 años de la consagración de la S.I. Catedral
de Mérida
Ángel Gutiérrez R.

La mañana del doce de diciembre de 1763 —hace doscientos cincuentaaños—, una solemne
ceremonia tenía lugar bajo las monumentales bóvedas de la Catedral de Mérida: el Ilmo. Sr. D. fray
Antonio Alcalde, obispo de Yucatán, llevaba a cabo la dedicación ritual yconsagración del templo
catedralicio que, no obstante haberse concluido desde fines del siglo XVI, permanecía sin esta
condición litúrgica.
La consagración es el acto ritual por medio del cual un obispo—el consagrante— confiere
un carácter especial o dignidad sagrada a las personas, los objetos y los lugares que estarán
dedicados al servicio exclusivo del altar y del culto divino.
Este importanteacontecimiento en la historia de nuestra Catedral quedó registrado “para
perpetua memoria” en los archivos catedralicios. Desde el día 9 del propio mes de diciembre, el
obispo había decretado dos díasde ayuno preparatorio tanto para la feligresía como para el clero
del obispado. En la tarde del domingo 11 se velaron en la Puerta de Perdón “con toda veneración y
decencia” las sagradas reliquiasque habrían de colocarse bajo el ara nueva del altar mayor, que
apenas un año antes, el 8 de septiembre de 1762, había estrenado un magnífico retablo central, el
cual, comenzado a construirse en1760, permaneció en el templo hasta la noche del 24 de
septiembre de 1915 cuando fue lamentablemente destruido.

Llegado el día 12, el Ilmo. Sr. Alcalde acompañado del venerable señor Deán y Cabildode la
Catedral, dio inicio a la procesión en la que se trasladaron, de la Puerta del Perdón al altar mayor,
las reliquias de san Simplicio, san Eustaquio, santa Coronata y santa Inocencia, papa elprimero y
mártires los segundos de los primeros siglos de la cristiandad. En la misma Puerta del Perdón, el
arcediano, Dr. D. Buenaventura Monsreal, leyó en voz alta, en castellano y en latín,...