La Cocina Atávica: Etnografía De La Contradicción y Lo Oculto
Cuando me pregunte sobre la cocina de mi casa, cuando una y otra vez volvía sobre el asunto de mi cocina, empecé a dimensionar lapresencia de barreras que se interpondrían al tratar de penetrar en las capas de información que se encuentran ocultas en dicha relación. Bien sea directa o indirecta tal relación, esta fue y es construida pasiva y activamente. El principal pensamiento que la cocina suscitó en mí, fue el de ‘Alimentación’. Las emociones que despertó aún no les he dado una gramática inteligible. El presente ejerciciopretende desarrollar mis pensamientos y reflexionar sobre la emocionalidad que evoca la relación con mi cocina, no la cocina en sí misma.
La comida ha sido abordada por la teoría social y antropológica como una temática clave para la reflexión en torno a saberes, consideraciones, hábitos, códigos, y en general como elemento diferenciador y unificador al interior de los seres humanos . Lavariedad en cuanto a concepciones sobre que es el buen comer, que constituye una sana alimentación o sus ideas inversas puede fluctuar tanto como etnias, pueblos, naciones distintas existan, sin embargo, las prácticas monotemáticas que conlleva la prolongación histórica de un capitalismo salvaje o amable, están reduciendo el espectro de posibilidades y sus circuitos propios de validación. El actualterritorio denominado estratégicamente como Colombia, no puede entenderse fuera del complejo funcionamiento del sistema económico-político regente. Aunque internamente diverso, el país fue asumido por científicos, políticos, burgueses, etc, como un proyecto nacional enmarcado en unos cánones culturales occidentales de pensamiento. La perenne reproducción de estos cimientos nos ha conducido a lanaturalización o familiarización de los mismos a tal punto que “la gente en cualquier lugar se encuentra cada vez más alienado por aquello que en última instancia lo mantiene vivo” (Clark,2004:26) [esta y las demás traducciones fueron hechas por mi]: el alimento. Y es que la comida, como el lugar en el que generalmente se prepara y se distribuye – la cocina – debe ser entendida como un sitio que tiende arecapitular relaciones de poder. Es sobre esto que pienso cuando vuelvo una y otra vez sobre mi cocina.
En mi cocina la mayoría de alimentos evocan nada más que un gesto de consumo, nada más que el acto económico por excelencia, representando en menor grado – y esto debido igualmente por el paisaje que habita – fenómenos sociales como el fordismo, el especismo, el racismo, etc. Mi cocina es...
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