La conquista espiritual de méxico
Imposible estudiar la historia de la evangelización de México sin dar el debido realce a las preocupaciones religiosas quellenaron en todo tiempo el alma del conquistador Cortés. De grandes ambiciones, fácil en sucumbir a la carne, político de pocos escrúpulos, tenía Cortés sus aspectos de Don Quijote. Pese a las flaquezas, deque con humildad se dolió más tarde, estaban en él hondamente arraigadas las convicciones cristianas. Siempre llevó en su persona una imagen de la Virgen María, cuyo amartelado devoto fue; día a díarezaba sus oraciones u oía misa; una cruz había en su estandarte, orlada con estas palabras: Amici, sequamur crucem, et si nos fidem habemus, vere in hoc signo vincemus. Tenía otro, con las armas deCastilla y León a un lado y una imagen de la Virgen Santísima al otro. Pudo ser su ambición primaria, a lo que parece, forjar para sí una manera de feudo autónomo, teóricamente subordinado al rey deEspaña: no pudo sin embargo, pensar en que sus súbditos fueran paganos y siempre puso esmero en llevar a realidad paralelamente la conquista religiosa con la conquista política y militar.
Cortés y suscompañeros llegaron frente a Ulúa el jueves santo, 21 de abril de 1519, y desembarcaron el viernes santo. El día de Pascua hubo misa solemne. Los españoles rezaron arrodillados su rosario frente a unacruz erigida en la arena. Día a día, al toque de la campana, rezaban el ángelus ante la misma cruz. Con admiración les contemplaban los indígenas: algunos de ellos preguntaron por qué los españoles...
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