La Corona De Berilos

Páginas: 6 (1279 palabras) Publicado: 21 de agosto de 2011
LA CORONA DE BERILOS
Sir Arthur Conan Doyle
—Holmes —dije una mañana, mientras contemplaba la calle desde nuestro mirador—, por ahí
viene un loco. ¡Qué vergüenza que su familia le deje salir solo!
Mi amigo se levantó perezosamente de su sillón y miró sobre mi hombro, con las manos metidasen los bolsillos de su bata. Era una mañana fresca y luminosa de febrero, y la nieve del día anterioraúnpermanecía acumulada sobre el suelo, en una espesa capa que brillaba bajo el sol invernal. En el centrode la calzada de Baker Street, el tráfico la había surcado formando una franja terrosa y parda, pero aambos lados de la calzada y en los bordes de las aceras aún seguía tan blanca como cuando cayó. Elpavimento gris estaba limpio y barrido, pero aún resultaba peligrosamente resbaladizo, por lo queseveían menos peatones que de costumbre. En realidad, por la parte que llevaba a la estación del Metro novenía nadie, a excepción del solitario caballero cuya excéntrica conducta me había llamado la atención.
Se trataba de un hombre de unos cincuenta años, alto, corpulento y de aspecto imponente, conun rostro enorme, de rasgos muy marcados, y una figura impresionante. Iba vestido con estilo serio,perolujoso: levita negra, sombrero reluciente, polainas impecables de color pardo y pantalones gris perla demuy buen corte. Sin embargo, su manera de actuar ofrecía un absurdo contraste con la dignidad de suatuendo y su porte, porque venía a todo correr, dando saltitos de vez en cuando, como los que da unhombre cansado y poco acostumbrado a someter a un esfuerzo a sus piernas. Y mientras corría,alzaba ybajaba las manos, movía de un lado a otro la cabeza y deformaba su cara con las más extraordinariascontorsiones.
—¿Qué demonios puede pasarle? —pregunté—. Está mirando los números de las casas.
—Me parece que viene aquí —dijo Holmes, frotándose las manos.
—¿Aquí?
—Sí, y yo diría que viene a consultarme profesionalmente. Creo reconocer los síntomas. ¡Ajá!¿No se lo dije? —mientras Holmeshablaba, el hombre, jadeando y resoplando, llegó corriendo a nuestrapuerta y tiró de la campanilla hasta que las llamadas resonaron en toda la casa.
Unos instantes después estaba ya en nuestra habitación, todavía resoplando y gesticulando, perocon una expresión tan intensa de dolor y desesperación en los ojos que nuestras sonrisas setrasformaron al instante en espanto y compasión. Durante unrato fue incapaz de articular una palabra, ysiguió oscilando de un lado a otro y tirándose de los cabellos como una persona arrastrada más allá delos límites de la razón. De pronto, se puso en pie de un salto y se golpeó la cabeza contra la pared con talfuerza que tuvimos que correr en su ayuda y arrastrarlo al centro de la habitación. Sherlock Holmes leempujó hacia una butaca y se sentó a su lado,dándole palmaditas en la mano y procurando tranquilizarlocon la charla suave y acariciadora que tan bien sabía emplear y que tan excelentes resultados le habíadado en otras ocasiones.
—Ha venido usted a contarme su historia, ¿no es así? —decía—. Ha venido con tanta prisa queestá fatigado. Por favor, aguarde hasta haberse recuperado y entonces tendré mucho gusto en considerarcualquier pequeñoproblema que tenga a bien plantearme.
El hombre permaneció sentado algo más de un minuto con el pecho agitado, luchando contra sus
emociones. Por fin, se pasó un pañuelo por la frente, apretó los labios y volvió el rostro hacia nosotros.
—¿Verdad que me han tomado por un loco? —dijo.
—Se nota que tiene usted algún gran apuro —respondió Holmes.
—¡No lo sabe usted bien! ¡Un apuro que me tienetotalmente trastornada la razón, una desgraciainesperada y terrible! Podría haber soportado la deshonra pública, aunque mi reputación ha sido siempreintachable. Y una desgracia privada puede ocurrirle a cualquiera. Pero las dos cosas juntas, y de unamanera tan espantosa, han conseguido destrozarme hasta el alma. Y además no soy yo solo. Esto
1

afectará a los más altos personajes del país, a menos...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Corona
  • la corona
  • Coronas
  • Corona
  • coron
  • Coronado
  • corona
  • Coronas

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS