La cruda realidad de Ferrari
Esta suposición fue, una vez iniciada la temporada,una ilusión plasmada a medias. Si bien es cierto que el bólido de aquel año, el F10, rindió a buen nivel en la mayoría de los circuitos del calendario, tan sólo en un par de ocasiones este se erigiócomo el coche más competitivo de la parrilla. En el resto de las citas de aquel ejercicio, la pauta la marcó el RB6 del equipo Red Bull, seguido muy de cerca en ciertos momentos por el MP4/25 de McLareny por el propio Ferrari. De este modo, la resolución de aquel mundial, en el que el equipo de las bebidas energéticas se llevó ambos campeonatos, aguó las expectativas de gran parte de la aficiónespañola, desolada tras ver cómo Alonso perdía su ansiado tercer cetro mundial en la última cita del calendario.
No obstante, el consuelo de los fans llegó rápido al pensar que, si en ese curso nopudo ser, sin duda alguna el deseado tricampeonato llegaría en 2011, ya que el binomio Alonso-Ferrari era una combinación que tenía que dar resultados sí o sí. Ya en 2014, tras cuatro temporadascompletadas en el equipo italiano, el bagaje para Fernando Alonso ha sido de tres subcampeonatos y un cuarto puesto, los cuales fueron conseguidos con unas herramientas que distaban de alcanzar el grado deexcelencia exigible a una firma de automóviles tan reconocida como Ferrari.
Como no podía ser de otra forma, los fans españoles no han disimulado su malestar, además de su perplejidad, ante la...
Regístrate para leer el documento completo.