LA CUESTIÓN DE HACERSE HOMBRE

José Manuel Salas.
La cuestión de hacerse hombre.
La masculinidad viene a ser, entonces, una serie de encargos, demandas y mandatos que cada hombre recibe, vive y reproduce de manera particular.
La masculinidad como objeto de estudio.
La masculinidad, como objeto de interés por parte de las ciencias sociales, es relativamente reciente.
La masculinidad o la virilidad no había tenido, hastahace muy poco, lugar propio en las preocupaciones de científicos y profesionales. Tanto en Freud como en otros clásicos de la psicología, la masculinidad o aparece de refilón o es abordada de manera no profunda.

En cierta forma, puede decirse que la masculinidad ha sido objeto de un proceso de invisibilización en el saber científico y en otros tipos de saberes, hasta hace pocos lustros. Si loshombres y las mujeres de ciencia no habían reparado en esta entidad, lo mismo ha pasado con los varones en su condición de tales, quienes no han considerado pertinente o necesario someter a análisis sus propias características o procesos vitales.

Posiblemente el factor que haya influido es que para los hombres no hay nada que discutir y menos que modificar.

En lo concerniente a Costa Rica,se trata de una temática con mayor presencia en la academia y en la institucionalidad del gobierno y en la no gubernamental. Está incorporada en trabajos de graduación, en cursos e investigaciones, en trabajo de base y en la reflexión teórico conceptual (mediante artículos de revista y libros). Se está en posición de afirmar que tanto para Costa Rica como para el resto de Centroamérica, sobresalenlos temas de la masculinidad asociada con violencia intrafamiliar, paternidad, salud, sexualidad, entre otros.

Los hombres también somos género.

En las llamadas ciencias sociales, una de las preocupaciones que más impacto ha tenido es la concerniente al ser hombre y al ser mujer. Se podría decir que es una inquietud más bien reciente en la historia de la especie humana, simple ysencillamente porque ello no preocupaba; las cosas como estaban “estaban bien” -o por lo menos así se percibía- y no había necesidad de cuestionarlas, menos modificarlas.

Una serie de acontecimientos recientes ha venido a poner en jaque esa concepción. Las posibilidades que brinda el acceso de la mujer a ser partícipe en actividades en las que siempre había estado invisible o ausente; un mayor control dela mujer sobre la procreación con el advenimiento de los anticonceptivos y, de ahí, un mayor control de su cuerpo y su sexualidad; entre otros.

Tal vez la instancia que más ha permitido tal proceso ha sido el aporte y encaramiento dado por los estudios y las luchas feministas, más allá, en este momento, de compartir o no todos sus planteamientos y tesis.

Se parte de la visión de que en elasunto del ser hombres y ser mujeres, son éstas quienes han logrado una mayor conciencia o, si se quiere, han logrado construir una ideología más clara alrededor de su ser. Los hombres, como género, se han quedado muy atrás, porque no se siente la necesidad, no hay nada que cambiar, no hay nada que aprender.

Tanto es así que, precisamente por ello, el hombre, en términos generales, presentatantas preocupaciones en la vivencia de su sexualidad. Más allá de la sexualidad, a los hombres se les ha dificultado o no han querido asumir la realidad de que la forma cómo han sido enseñados a ser hombres y la forma como en concreto lo hacen tiene una serie de componentes que atentan contra su desarrollo integral y sano y, con ello, el de otras personas.

Por otro lado, desde el punto de vistadel conocimiento científico de lo social, los hombres tampoco han sido objetos o sujetos de análisis para sí mismos. Alrededor del ser masculino, de la masculinidad, de su relación con la feminidad, de su relación con la realidad global, es bien poco lo que hay.

Dentro de toda esa complejidad, sobresale una de las manifestaciones más achacadas al ser masculino y a los hombres: la de ser...