la dama del perrito
y otros cuentos
Anton Chejov
Colección
Cuentos
www.librosenred.com
Dirección General: Marcelo Perazolo
Dirección de Contenidos: Ivana Basset
Diseño de cubierta: Cinzia Ponicio
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Primera edición en español en versión digital
© LibrosEnRed, 2007
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ÍNDICE
La dama del perrito
6
El trágico
21
Eltalento
25
Historia de un contrabajo
29
La mujer del boticario
35
Poquita cosa
41
Un escándalo
43
Los mártires
50
Una pequeñez
55
El álbum
60
En la oscuridad
62
Un drama
67
Los muchachos
72
Un asesinato
79
Una perra cara
85
La máscara
88
Exageró la nota
93
El gordo y el flaco
97
Vanka
99
La tristeza103
¡Chist!
109
Aniuta
112
En el campo
116
Acerca del autor
130
Editorial LibrosEnRed
131
L A DAMA DEL PERRITO
I
Corrió la voz de que por el malecón se había visto pasear a un nuevo personaje: La dama del perrito.
Dimitri Dmitrich Gurov, residente en Yalta hacía dos semanas y habituado
ya a aquella vida, empezaba también a interesarse por las caras nuevas.Desde el pabellón Verne, en que solía sentarse, veía pasar a una dama jo ven, de mediana estatura, rubia y tocada con una boina. Tras ella corría un
blanco lulú.
Después, varias veces al día, se la encontraba en el parque y en los jardinillos
públicos. Paseaba sola, llevaba siempre la misma boina y se acompañaba del
blanco lulú. Nadie sabía quién era y todos la llamaban La dama del perrito.“Si está aquí sin marido y sin amigos, no estaría mal trabar conocimiento
con ella”, pensó Gurov.
Éste no había cumplido todavía los cuarenta años, pero tenía ya una hija
de doce y dos hijos colegiales. Se había casado muy joven, cuando aún era
estudiante de segundo año, y ahora su esposa parecía dos veces mayor
que él. Era ésta una mujer alta, de oscuras cejas, porte rígido, importante
ygrave y se llamaba a sí misma intelectual. Leía mucho, no escribía cartas y
llamaba a su marido Dimitri, en lugar de Dimitri. Él, por su parte, la consideraba de corta inteligencia, estrecha de miras y falta de gracia, por lo que,
temiéndola, no le agradaba permanecer en el hogar. Hacía mucho tiempo
que había empezado a engañarla con frecuencia, siendo sin duda ésta la
causa de que casi siemprehablara mal de las mujeres. Cuando en su presencia se aludía a ellas, exclamaba:
–¡Raza inferior!
Considerábase con la suficiente amarga experiencia para aplicarles este
calificativo, no obstante lo cual, sin esta raza inferior no podía vivir ni dos
días seguidos. Con los hombres se aburría, se mostraba frío y poco locuaz;
y, en cambio, en compañía de mujeres se sentía despreocupado. Ante ellassabía de qué hablar y cómo proceder, y hasta el permanecer silencioso a su
6
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La dama del perrito y otros cuentos
lado le resultaba fácil. Su exterior, su carácter, estaba dotado de un algo
imperceptible, pero atrayente para las mujeres. Él lo sabía, y a su vez se
sentía llevado hacia ellas por una fuerza desconocida.
La experiencia, una amarga experiencia, en efecto, lehabía demostrado
hacía mucho tiempo que todas esas relaciones que al principio tan gratamente amenizan la vida, presentándose como aventuras fáciles y agradables, se convierten siempre para las personas serias, principalmente para los
moscovitas, indecisos y poco dinámicos, en un problema extremadamente
complicado, con lo que la situación acaba haciéndose penosa. Sin embargo,
a pesar de ello,...
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