La dama Oval cuento

La Dama Oval Leonora Carrigton
Una dama muy alta y muy delgada se hallaba de pie delante de su ventanan. La ventana era también muy alta y muy delgada.El rostro de aquella dama era pálido y triste. Permanecía inmóvil y nada se movia cerca de la ventana , excepto una pluma de faisán que llevaba prendidaen sus cabellos. Aquella temblorosa pluma atria mi mirada. Se remecía tanto en aquella ventana. La dama triste no se había amovido y a pesar del frio quehacia aquella tarde , me detuve. Tal vez los muebles eran tan altos y delgados como ella junto a su ventana , y tal vez el gato (si es que había uno)respondía también a tales elegantes proporciones. Yo deseaba saber, era presa de curiosidad y de un irresistible deseo de entrar en la casa simplemente paracerciorarme. Antes de caer en la cuenta de lo que hacía , me hallaba en la entrada. La puerta se cerró sin ruido detrás de mí , y por primera vez en mi vidame halle en una verdadera mansión aristocrática. Era sobrecogedor. Primero, el silencio era tan distinguido que apenas me atrevía a respirar; luego losmuebles y los objetos de adorno eran de una elegancia suma. Cada silla era por lo menos más alta que las sillas corrientes y mucho mas angosta. Para aquellosaristócratas , hasta los platos eran ovales y no redondos como los que usa todo el mundo. En el salón donde se hallaba la Dama Triste el fuego brillaba enla chiminea y había una mesa llena de tazas y pastelillos. Cerca de las llamas, una tetera esperaba tranquilamente que su contenido fuese bebido.