La Danza Como Camino

EXPRESION CORPORAL EN CONTEXTOS DIFICILES

la danza como salida
Hace dos años y medio que estoy llevando adelante Talleres de Expresión Corporal para la Integración Social con jóvenes en contexto de encierro, chicas víctimas de violencia y abuso y personas con discapacidad. Desde el 2006 me estoy formando en el IUNA en la Carrera de Lic. En Expresión Corporal y participo desde entoncestambién, como voluntaria universitaria en la Cátedra Danza Integradora, dictada por Susana González Gonz. A lo largo de este tránsito universitario pude nutrirme de estas prácticas, de sus fundamentos, de las enseñanzas que tantos docentes de la Expresión Corporal me brindaron y entonces, hoy, a punto de recibirme, me encuentro con una herramienta maravillosa para acercarme a escribe cuerpos que no hansido pensa dos para La Danza, y lo más tremendo es que tampoco lo han sido para esta sociedad, o sí, pero de manera despectiva, señalándolos, encerrándolos de diversos modos, medicándolos, en un sentido deshumanizante. Trabajo con cuerpos cuya existencia se ha regido a partir de experiencias de violencia y maltrato. Una violencia y un maltrato que se vuelven la forma habitual de relacionarse; pautay condición para el encuentro con otro. Sin embargo esta violencia, este maltrato, no nace ni muere en sus cuerpos, sino que circula y se reproduce en todo el tejido social, alcanzando distintos grados según el contexto y las vivencias que van marcando a los cuerpos, su subjetividad. Es también por esto que los Talleres devinieron un espacio para muchas personas que jamás se hubiesen aproximado aesas otras personas, o que simplemente las encasillaban en un único lugar o estereotipo, o que conviviendo a diario con ellas, no lograban un acercamiento distendido y de confianza. Pues bien, estos Talleres proponen otros modos de relacionarse y de encontrarse, contrarios al de la imposición, el dominio y la anulación del otro ser. No se humilla, no se somete, no se disminuye, ni se excluye. Yesto que en nuestras aulas se da por sentado, es básico y está implícito, pasa a ser en estos encuentros de los cuerpos, un elemento de reflexión conciente y constante, «regla primera y fundamental para participar». A través del respeto y del cuidado del cuerpo se acepta la existencia propia y la del otro. Potenciar lo existente para revelar la capacidad creadora de cada singularidad y así,estimular la sensibilidad y la ternura, para que emerja poéticamente una subjetividad nueva, o al menos, otra alternativa a la ya conocida. Reconocerse una vez en la vida, a sí mismo, no como un monstruo, no como un objeto, sino como una poesía viviente digna de ser entre los demás seres. Fortaleciendo la autoestima de una identidad rota y negada por contextos sociales que han sido denigrantes para elcuerpo, es decir, para la persona. Siempre recuerdo una de las clases de Expresión Corporal II, cuando Queli Guido nos decía (y obviamente, así lo quise interpretar) que subvertimos el orden establecido cuando desafiamos y rompemos aquello que estaba cristalizado en estructuras fijas. Entonces pienso en el proceso que los chicos y las chicas (esos cuerpos tan tiernos cuando se dan permiso a sí mismosy cuando se les brinda el contexto amoroso y humano para que así suceda) atraviesan en cada encuentro para despojarse de tanto dolor, de tantas marcas, miedos, resistencias, y se abren a lo nuevo y se brindan y me dejan que los observe afectuosamente y los abrace, y entonces ofrecen su danza. Diminuta a veces, tanto que se trata de un gesto, de una apertura en la musculatura facial, de una miradatierna. Y grande otras veces, como pintando el mundo en ese momento con colores hasta entonces desconocidos en su paleta interior. «Una caricia también es danza» dijo Pina Bausch y revolucionó el arte de hacer danza. Pero aquí, en esta propuesta que llevo adelante con la Expresión Corporal en contextos de encierro y en espacios de integración, esa caricia es además una posibilidad de aprender...