La democracia económica y los valores de la izquierda

LA DEMOCRACIA ECONÓMICA Y LOS VALORES DE LA IZQUIERDA

Félix Pardo

La Democracia Económica (DE a partir de ahora) que se presenta en este libro no es sólo un proyecto teórico que afirma los valores centrales del socialismo. Dicho de un modo más preciso, un modelo autogestionario de socialismo de mercado, tal como ha sido concebido por David Schweickart[1], que haga posible la realizaciónarmoniosa de la libertad, la igualdad y la democracia en todas las actividades económicas y financieras, y que presupone la intervención del Estado como garante de los derechos fundamentales de los trabajadores y de las políticas sociales. Un modelo que se postula más allá del capitalismo ante la evidencia empírica de su imposible realización en los límites de éste, cuya hostil resistencia a laaplicación de esos valores a las empresas y los mercados lleva inevitablemente a su oposición y ruptura.

También es la DE, tal como aquí se define, una red de organizaciones y experiencias puestas al servicio de la voluntad emancipadora del ser humano. Nos referimos con esta expresión a aquella realidad que emerge en la confluencia y articulación de toda una serie de iniciativas que vandesde el cooperativismo al sindicalismo, de la banca ética al consumo responsable, de la renta básica al altermundialismo y ecologismo. Unas iniciativas que crean interrelaciones y sinergias y que en su conjunto promueven dinámicas sociales que pueden llegar a integrarse, a través del balance social, configurando así una nueva realidad económica, el mercado social, y en virtud de su éxito hacerplausible y factible el ideal de una sociedad justa.

Estos dos aspectos han sido tratados extensamente en los diferentes capítulos de este libro. Pero la DE no encierra todo su significado en este rostro jánico. A la luz de su realidad bifronte, emerge con fuerza una categoría económico-política que nos obliga a pensar en la identidad de la izquierda, en qué significa ser de izquierda hoy endía, ya entrado el siglo XXI, en el valor y compromiso de las ideas de izquierdas cuando la teoría y la praxis que aquí postulamos permiten una nueva lectura de la realidad humana y tal vez sin solución de continuidad con parte de la tradición marxista, al menos con aquellos valores de su ideario que enfatizan el dominio de lo teleológico, general y colectivo sobre lo contingente, particular eindividual en la concepción del ser humano y de su vida social, verbigracia: la conjunción de socialismo y mercado, o bien la compatibilidad de la sociedad civil y las iniciativas ciudadanas, de una parte, y las instituciones del Estado y las políticas públicas, por otra parte.

Al respecto, es del todo pertinente recordar aquí el aviso para navegantes de Roberto Gargarella y Félix Ovejero en suIntroducción al libro colectivo Razones para el socialismo, cuando afirman:

“La tradición socialista existe precisamente porque se participa de ciertos principios normativos, de ciertos valores. Los valores están inevitablemente vinculados a la acción, a la práctica transformadora que calibra e interviene. La convicción que esos valores son importantes es lo que justifica su existencia.Por eso mismo, la izquierda no puede existir con anterioridad a los valores que la identifican. Sencillamente, la retórica acerca de los «nuevos valores» de la izquierda carece de todo sentido. Los valores no se escogen, sino que son los que ayudan a escoger, los que permiten condenar una situación como injusta o intentar modificarla en cierta dirección. […] Que la pregunta «¿qué valores debedefender la izquierda» no tenga sentido no quiere decir que la tarea de precisar el ideario no tenga sentido. […] En todo caso, aclarar esas ideas ayuda a reconocer el trasfondo normativo e ideológico que se considera decisivo a la hora de valorar las acciones y propuestas. […] la polémica razonablemente se sitúa en las iniciativas prácticas inspiradas en el ideario, en proyectos acerca de cómo ha...