la democracia

Cuenta la historia que en año 1976 los militares tomaron el gobierno del país. Bajo la dictadura militar, el totalitarismo, que en el territorio argentino estos instauraron, los ciudadanos se encontraban sometidos a un terrorismo de estado que hasta el año 1983 se regía por una nueva legislación que además de prohibir actividades políticas y sindicales castigaba con la muerte o establecía lacensura para todo aquel que tuviera una ideología contraria a la del nuevo régimen o intentara sublevarse contra este; se expulsó a corresponsales de agencias extranjeras y se hicieron incinerar numerosos libros de bibliotecas públicas y privadas, se censuraron medios de prensa, se intervinieron canales de televisión, en las escuelas predominaban los enfoques del autoritarismo, todo con el fin que ladesinformación fuera total y como consecuencia la sociedad creyera ingenuamente en la inexistencia del problema o incurriera en la incredulidad. Todo esto dejó un saldo de miles de personas exiliadas, asesinadas y otras tantas desaparecidas.
Ante la búsqueda de la ‘reorganización nacional’, del orden y la seguridad de la nación, Videla, Massera y Agosti junto con sus colaboradores cometieron lamás grande de las violaciones a los derechos humanos que la Argentina ha sufrido.
Fueron siete años de desplazamiento de la democracia que la gente sufrió y aún sufre. Las secuelas de esa terrible época, se ven reflejadas hoy en día en el imaginario colectivo transmitido por la ideas que adoptaron quienes fueron testigos del nefasto hecho. Esas ideas tienen que ver con el individualismo, elconvencimiento de poseer “la Verdad” por sobre las verdades ajenas, el no te metas, el consumismo, el pragmatismo exacerbado, las conductas mesiánicas, etc. (O’Donnell, 1984)
En 1976 no se derrocó solamente una mandataria elegida por los votación popular, sino que se tiró abajo un sistema democrático que representaba la igualdad, la libertad de expresión, de movilidad, de información, la justicia,el activismo político, el autogobierno, entre otros tantos valores.
Con la caída del autoritarismo y la restitución del régimen caído, parecía que la palabra DEMOCRACIA, y aun mas su significado, comenzaría a ser más valorada por el pueblo que tanto sufrió su ausencia.
En el año 1983, en su asunción como presidente de la República Argentina, elegido democráticamente, Raúl Alfonsín pronunciólas siguientes palabras ante el congreso legislativo y todo el pueblo de la nación: “(…) Vamos a establecer definitivamente en la Argentina la democracia que todos los argentinos queremos, dinámica, plena de participación y movilización popular para los grandes objetivos nacionales, en el marco bien definido pero históricamente flexible de nuestra Constitución, que garantiza todos los derechos,todas las libertades, todos los avances sociales y culturales del mundo moderno, a la vez que asegura la responsabilidad de los gobernantes ante el pueblo a través de los mecanismos jurídicos y políticos de control que la misma Constitución ha previsto, y de la periódica renovación de los poderes mediante el ejercicio del sufragio. (…)” “(… ) la democracia es un valor aún más alto que el de una meraforma de legitimidad del poder, porque con la democracia no sólo se vota, sino que también se come, se educa y se cura (…)”.
Al escuchar esas palabras el pueblo gritó de goce y de orgullo, era como si todos hubieran aceptado estar dispuestos a velar por el cumplimiento de esas palabras. Sin embargo, hoy a casi 30 años de la vuelta de la democracia resulta parecer que a esas palabras se lasllevo el viento, que quedaron en la nada misma.
Pero ¿Por qué estoy diciendo esto? ¿Acaso soy tan necia que niego el valor del sufragio, el que legitima la representación de los miembros de un pueblo, el que hoy nos caracteriza como estado democrático?
No, no es por eso. ¡Cuidado! No hay que confundir a un estado democrático con un estado que contiene un régimen democrático.
Ya lo dijo...