La Democracia
Pese a las rencillas que se ocultaban entre los ciudadanos de distinta procedencia social, el ejercicio de los derechos democráticos tiene, en la Atenas dePericles, un cierto sentido festivo. Para formarnos una idea de lo que era una sesión de la Asamblea del pueblo ateniense, podemos compararla con un acontecimiento deportivo en nuestros días. Una buena partede los ciudadanos —porque también había abstencionistas—, se dirigía a la Asamblea provisto de comida y bebida para todo el día pues la sesión duraba de sol a sol. Abarrotado el recinto por lamuchedumbre, comenzaban a debatirse los asuntos bajo la dirección de un presidente, asistido por algún suplente y un servicio de orden. Los asuntos que se trataban eran todos los que afectaban a la buenamarcha de la ciudad: diplomacia, cuestiones económicas, dirección de la guerra y los asuntos militares, obras públicas, etc.
En la Asamblea del pueblo —conocida por el nombre de Ecclesia—cualquiera podía tomar la palabra, y la opinión del más humilde podía imponerse teóricamente sobre la del más distinguido aristócrata, si lograba convencer a la mayoría. Había, no obstante, ciertosmecanismos de control para evitar que se propusieran ideas descabelladas. En primer lugar estaba el control de la propia Asamblea, proclive a abuchear a cualquier orador loco o torpe; y en segundo lugar,existía la costumbre de que cada ley llevase el nombre de aquel que la había propuesto, de tal manera que él era el responsable de las consecuencias que se producían al aprobarse. De esta forma, elautor de una ley que luego no se pudiera aplicar o que tuviera consecuencias funestas, se arriesgaba a ser condenado.
Aunque la mayoría de los ciudadanos fuera competente para tomar las decisiones,lo cierto es que la Ecclesia era demasiado numerosa y tenía que delegar algunas de sus funciones. Se reunía pocas veces al año o en casos excepcionales siempre convocada a toque de trompeta. Por...
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