La economía radical

“LA ECONOMÍA RADICAL
Y LOS DEBATES ENTRE ECONOMISTAS
ORTODOXOS Y HETERODOXOS”
Diego Guerrero
Enero de 2002
(Área de Fundamentos de las VIII JEC,
Valladolid, 28 de febrero y 1-2 de marzo de 2002)
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Diego Guerrero: “LA ECONOMÍA RADICAL Y LOS DEBATES
ENTRE ECONOMISTAS ORTODOXOS Y HETERODOXOS”
[Índice: Introducción, p. 1; I. Los tres enfoques radicales de la Economía heterodoxa: I.1. Elenfoque del
excedente, p. 4; I.2. El enfoque marxista, p.10; I.3. El enfoque de la teoría laboral del valor, p. 11; II. Por
una Microeconomía alternativa, p. 13; III. Por una Macroeconomía alternativa: III.1. El desempleo, p. 17;
III.2. Teoría de la crisis, p. 20; III.3. Malestar objetivo y retórica del Estado del “bienestar”, p. 21; IV.
Los límites de la política económica capitalista, p. 22;Referencias, p. 24]
Introducción
Aunque el término de Economía radical1 se puede usar en un sentido muy específico
--vinculándola principalmente con la que hacen los economistas de Estados Unidos
asociados durante décadas a la Union for Radical Political Economics (URPE, creada
en 1968) y a su revista (la Review of Radical Political Economics)--, también es
frecuente tomarlo en un sentido másamplio, como sinónimo de Economía crítica
(frente a Economía convencional) o heterodoxa (en vez de ortodoxa: véase Barceló,
1998).
Los economistas de la URPE han evolucionado desde un rechazo radical del sistema
capitalista a una posición que es actualmente mucho más moderada y más acorde con
los vientos moderados y reformistas de finales del siglo XX y principios del XXI. Una
vezpopularizada, esta Economía radical stricto sensu ha llegado a representar grados de
eclecticismo teórico difícilmente superables, que no sería difícil etiquetar como
“enfoque 1883” (o “MKS”, por Marx, Keynes y Schumpeter). Lo cierto es que, aparte
de los elementos comunes que algún neoclásico heterodoxo y sofisticado (caso de
Morishima, 1992) ha sido capaz de ver en las aportaciones de esos tresautores sobre las
relaciones entre economía real y financiera, no es mucho más lo que tienen en común.
Sin embargo, los tres autores que los radicales Bowles y Edwards sitúan en el vértice de
1 Una primera versión de este trabajo se redactó en septiembre de 2000, por encargo de Dulce Contreras,
de la Universidad de Valencia, para la revista Ágora. En la primera nota de aquella versión escribí: “Lareciente asistencia del autor a un curso de verano sobre Economía radical, junto a otros economistas
‘radicales’, parece una buena oportunidad para reflexionar sobre el significado de este término en relación
con el de Economía crítica, sobre el que se interesan en la redacción de la revista Ágora, a cuya amable
invitación responden estas páginas. Puesto que no es infrecuente que los asistenteshabituales a las
Jornadas de Economía Crítica nos consideremos los economistas críticos de España, tampoco sería
extraordinario que un título tan sencillo de blandir como el mencionado al principio bastara para
considerarse uno mismo economista radical --lo cual sólo puede ser cierto en este caso en un sentido
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su sistema teórico (o, al menos, teórico-docente: véase Bowles y Edwards, 1985)apenas
comparten que en 1883 coincida la muerte del primero con el nacimiento de los otros
dos, por mucho que insistan otros heterodoxos (marxistas keynesianos, institucionalistas
y postkeynesianos, por ejemplo) en buscarles rasgos compartidos, bien entre sí, bien en
cuanto herederos de unos precedentes comunes. Esta última tendencia ha llevado a
muchos a construir supuestas tradicioneseconómicas de las que bien se puede sospechar
su artificialidad, cuando no su alevosía, debido al escaso apoyo que uno puede encontrar
si rastrea seriamente en la historia real de nuestra disciplina.
Con estos precedentes, no es sorprendente que en la interpretación “amplia” de la
Economía radical o crítica predominen las definiciones negativas, es decir, las que
definen su contenido por...