La Filosofia

FILOSOFÍA Y MUNDO CONTEMPORÁNEO:

LA FILOSOFÍA PRACTICA

Introducción

En la década de los ochenta se iniciaron importantes transformaciones. Las más significativas afectaron al modelo productivo, a la constitución de las subjetividades y a los patrones reflexivos.

La etiqueta revolución informática sirve, habitualmente, para hablar de las transformaciones en el modelo productivo. Ladécada de los ochenta significó , en términos generales, gran parte del hemisferio norte que el sector productivo fundamental pasó a ser el terciario, y que las áreas económicas con mayor crecimiento pasaron a ser las relacionadas con el diseño de conocimiento (how know), o saber hacer. Una consecuencia inmediata de la progresiva importancia de esta transformación es la aparición de indicadoresbursátiles destinados a reflejar la evolución en esto sectores.

Otra consecuencia de la revolución informática es la consolidación del concepto tecnópolis[1] para hacer referencia a las formas urbanas que aparecen, se desarrollan o transforman como efecto de la presencia de áreas de producción ligadas al sector informático. En estas urbes, que rápidamente pasan a convertirse en modelos dereferencia, los grupos sociales dominantes empiezan a ser el de jóvenes con alta formación técnica. El estilo de vida que imponen está caracterizado por la gran volatilidad que presenta todos los que hasta entonces constituían hábitos consolidados, tales como la estabilidad en las relaciones afectivas, la importancia de lo patrimonial, la duración en el trabajo y el lugar de residencia, etc... siendo todoesto sustituido por la transitoriedad y la provisionalidad, lo que revaloriza la importancia del presente y del momento.

Señalábamos que otras transformaciones significativas eran las ligadas a las subjetividades. Acabamos de señalar como las transformaciones productivas y de hábitat posibilitaron el surgimiento de nuevos estilos de vida. Y estos estilos nuevos dieron paso a nuevassubjetividades políticas. Así el rancio individualista decimonónico, el homo aeconomicus, que desde la década de los sesenta había entrado en un progresivo descrédito, quedó totalmente superado. Dando paso a un individualismo en el que el reconocimiento inmediato que recibe empieza a ser dominante. Lo que provoca la rápida y progresiva aparición de minorías e identidades que de modo más inmediato, y tajanteexigen no sólo el respeto sino el reconocimiento de lo propio, de sus señas de identidad tanto de la sociedad, como de los ámbitos políticos y jurídicos.
En El fin de la Historia y el último hombre[2], un texto polémico al tiempo que claro para el asunto que ahora nos ocupa, Francis Fukuyama coloca la categoría del reconocimiento[3] en el centro de la reflexión socio-jurídico-política. Ahorabien, los problemas que conlleva la demanda de reconocimiento desbordaron las previsiones del libro de Fukuyama con la irrupción de las reivindicaciones ligadas al mundo cultural.
Así hemos asistido y asistimos al conflicto entre el llamado proyecto cultural occidental y otros proyectos, especialmente el musulman. Igualmente estamos asistiendo a las tensiones que conlleva la cuestión delreconocimiento cuando se conjugan demandas individuales y demandas culturales como, por ejemplo, las habida en Francia con la popularmente conocida como Ley del velo.

Que la cuestión del reconocimiento sea una categoría central de las actuales subjetividades supone, además, la progresiva crisis en las formas de reconocimiento hasta ahora imperantes, y la consiguiente irrupción de nuevos estilos devida que, a su vez, producen nuevas formas de racionalidad.
Estas nuevas formas ahondan en la crítica y crisis de la llamada Razón Occidental. Crítica y crisis que se inicia en la década los ochenta con la irrupción en Italia del Pensamiento Débil, o, anteriormente, en Francia con el movimiento de los Nuevos Filósofos. El debate surgido al amparo de estas propuestas constituye otro conjunto...