la javierada

Cansancio, sacrificio, reflexión y muchas risas". Así es como describía  un peregrino su experiencia en la Javierada, una peregrinación que congrega a más personas cada año.

Miles de jovenes,procedentes de todas las partes de España y Europa, acudieron el pasado fin de semana al castillo de Javier, en Pamplona, en recuerdo de San Francisco Javier, el misionero que dedicó a su vida a los máspobres y murió a las puertas de China.

Grupos católicos tan diversos como la Congregación Mariana de la Asunción, la parroquia de Santa María de Caná, Schoensttat, Acción Católica o la parroquiade San Miguel se sumaron a la primera tanda de la peregrinación. Todos partieron desde sus respectivas ciudades y viajaron en autocar hasta Navarra, donde se alojaron en monasterios y colegios. Al día siguiente, caminaron unos 40 kilómetros de media. Entre medias, varias charlas formativas completaron la peregrinación; además de varias actividades lúdicas que entretuvieron a los jóvenes.Unahora de meditación concluyó la ajetreada jornada y fue un auténtico momento de reflexión para muchos.

El domingo los peregrinos se despertaron temprano. A las 8 de la mañana ya recorrían juntoslos últimos kilómetros que restaban hasta el castillo de Javier y rezaron un Via Crucis. Poco más tarde, a las 10 de la mañana, la pequeña plaza del castillo acogía a los miles de peregrinos que habíanllegado durante las últimas horas para asistir allí  a la misa. "Sois jovenes, sed revolucionarios" exclamó en un momento de la homilía el sacerdote que presidía la Eucaristía. "Pero no del odio nila violencia -añadía-sino del amor". La lluvia sustituyó el sol del día anterior; sin embargo, no perturbó la ilusión y entusiasmo de los presentes y todo transcurrió con absoluta normalidad, segúnlo previsto.

Al concluir la misa, los asistentes tuvieron la oportunidad de visitar por dentro el castillo, así como de contemplar de cerca al famoso Cristo sonriente, ubicado en la capilla de la...