La ley de herodes

Los textos de Ibargüengoitia tienden en su mayoría, por no decir todos a llevar una dosis fuerte de ironía y de crítica, el cuento, “La ley de Herodes”, no es la excepción. Al leer a este autorinmediatamente reconocemos que no hay mucho decoro en sus personajes, mucho menos en sus historias. Lejos está este cuento de manejar la línea de los clásicos, difícil seria encontrarnos con algúnpersonaje dentro de una tragedia griega al cual le pidieran que se pusiera de cuclillas para revisarle la parte más recóndita y privada del ser humano, tampoco veríamos a alguna diosa que guardara sus fluidosy desechos en un recipiente.

Si bien no encontramos símbolos de buen gusto, si hay me parece de verosimilitud. El protagonista cuyo nombre desconocemos quizá porque al autor le pareció irrelevantehacerlo, o pudiera ser que siendo el protagonista el narrador de los hechos no quiere dar su nombre para no llevar más lejos la humillación que ha sufrido ya su nombre. Resulta que este hombre aplicapara una beca de estudios en los Estados Unidos y el la acepta de la misma forma en que probablemente la mayoría de los mexicanos lo haría sin importar los requisitos que estos pidieran o lasvejaciones que tuvieran que tolerar. El mexicano siempre se ha doblegado ante el “gabacho” ya sea por miedo, por complejo de inferioridad, incluso por ignorancia. Es este cuento me parece un retrato decierta forma de la relación que mantiene nuestro gobierno con aquel, así como el susodicho solo apretó los dientes al ser penetrado por el doctor, de igual manera nuestros gobernantes permiten que se nosmetan con toda ventaja y alevosía hasta el cogote.

​La utopía del saber según mi lectura si la podemos encontrar. Ibargüengoitia nos presenta una pequeña historia que al ser leída de forma linealpasaría como un historia degradante y cómica de un ciudadano cualquiera, pero al abrir el horizonte de símbolos nos podemos permitir pensar que el autor busca de cierta forma concientizar a los...