la ley natural
JAVIER HERVA DA
§ 1.
P resu pu esto s.
El punto de partida para comprender la ley natural
reside en advertir que no se trata de una teoría, sino de
un hecho. Lo que llamamos ley natural no es una doctri
na, sino un hecho de experiencia. Por lo tanto, la llamada
teoría o doctrina de la ley natural no es otra cosa que la
explicación científica de ese hecho deexperiencia, que
es un dato natural del hombre.
El hecho de experiencia al que nos referimos es que,
en relación a la conducta humana, nuestra razón — la de
todos los hombres de todas las épocas— no muestra una
indiferencia universal — no juzga como indiferentes to
dos los actos que el hombre pueda físicamente reali
zar— , sino que, con independencia de las leyes dadas por
los hombres,por la sociedad, emite juicios de obligación:
debe hacerse esto, debe evitarse aquello. Y en conexión
con estos juicios deónticos emite también juicios estima
tivos o de valoración: está bien tal acto, está mal haber
hecho tal cosa. Estos juicios giran en torno a dos nocio
nes, una contraria a la otra, que son las de bien y de mal.
El bien o lo bueno es lo que debe hacerse; el mal o lomalo es lo que debe evitarse. En el ámbito de la conducta
humana, nuestra razón capta cosas que deben hacerse
— y a eso lo llamamos bien— y cosas que deben evitarse
— a lo cual llamamos mal— , de modo que a lo hecho
porque debe hacerse lo valoramos como bueno, y a lo
hecho debiendo evitarse le valoramos como malo.
Junto a lo que debe hacerse o debe omitirse, hay tam
bién juicios permisivos:esto puede hacerse (es lícito ha
cerlo), esto puede omitirse (es lícito no hacerlo). Por co
modidad en la exposición, nos limitamos a los juicios
antes expuestos, sin hacer especial mención de éstos.
No hace falta aclarar que bien y mal no tienen en este
tipo de juicios y valoraciones un sentido técnico. Un cri
men o un delito técnicamente muy bien hechos, siguen
siendo un mal. Bien ymal se refieren a lo que llamamos
ámbito ético o moral, es decir, a la conducta humana en
cuanto está o no de acuerdo con lo que es el hombre,
con su ser y con sus fines.
Debe notarse que los juicios deónticos de los que es
tamos hablando no constituyen la decisión de obrar, ni
tampoco la conclusión a la que el sujeto llega en orden
a lo que en cada momento va a hacer. Cuando un sujetodecide en una situación concreta lo que va a hacer, sin
duda juzga que su conducta — por las razones que sean—
es la que le conviene. Pero unas veces decidirá obrar con
forme a los juicios deónticos señalados, y otras veces
decidirá en oposición a ellos. Esta observación elemental
nos señala que los juicios deónticos de los que hablamos
son antecedentes a la decisión de obrar y no se confunden con el juicio personal del sujeto que le lleva a tomar
esa decisión. La experiencia muestra que tales juicios
I N T R O D U C C I O N C R IT IC A A L D E R E C H O N A T U R A L
deónticos aparecen de suyo como norma objetiva del
obrar, inconfundible con la norma subjetiva, esto es, con
el juicio particular del sujeto sobre lo que ha decidido
hacer. Ante un bien ajeno, el juiciodeóntico dice: «no
robarás»; un sujeto particular puede decidir no seguir
esta norma y apoderarse del bien ajeno: su juicio parti
cular «me interesa robar» y su decisión «voy a robar»,
son las normas y la decisión subjetivas.
En otras palabras, los juicios deónticos aparecen co
mo una ley del obrar, como norma vinculante de conduc
ta, que puede obedecerse o quebrantarse. Y como ley
objetiva,distinta de las elecciones, preferencias e intere
ses del sujeto. Los juicios deónticos de razón, con carác
ter de norma vinculante o ley, que todo hombre observa
en sí, con independencia de lo establecido por la socie
dad, es lo que se denomina ley natural.
§ 2.
E x is t e n c ia
de l a
ley
natural.
Esta ley es natural, porque no procede de factores
culturales, sino...
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