La milla extra

Correr la milla extra...

Muchas veces en la vida en general nos encontramos con situaciones complejas donde se nos pone a prueba la capacidad de mantenernos por dentro en un lugar de paz mientrasel mundo alrededor parece fuera de balance y en oposición hacia lo que nosotros sentimos que debería ser.

Y nos vemos enfrentados a un reto que vemos como inalcanzable y nos quedamos paralizadossin tomar en cuenta que en verdad ya casi estábamos allì y nos impacta la noticia de que otro lo logró antes que nosotros, demostrando que ese supuesto imposible si se podía lograr si seguíamosadelante.

Por el contrario, cuando decidimos que si lo vamos a hacer y que si vamos a lograr la meta, entonces nos ponemos en movimiento y comenzamos a correr hacia ese objetivo, y aún así tenemosmomentos de cansancio, momentos de resistencia o de rebeldía hacia aquello que sabemos que queremos lograr pero que a veces no nos sentimos capaces de hacer.
Y tenemos ganas de abandonar, pero si no nosdamos por vencidos y poco a poco levantamos el paso podemos descubrir que una vez que continuamos corriendo después de los calambres de la duda, de una manera mágica la fuerza vuelve a nosotros y ya nohay mas cansancio sino se comienza a disfrutar la carrera, y ese es el momento de verdadera productividad, el momento en que en un cerrar y abrir de ojos llegamos a la meta, ese es el momento en quehemos recorrido la milla extra.

Pero para entender este principio debemos entender que no sólo aplica a situaciones complejas, sino también al milagro de la vida por si misma. Nos damos cuenta deque estamos vivos porque desde muy pequeñitos nuestros padres o quienes nos cuidaban decidieron dar su milla extra y atender nuestras necesidades primarias sin importar la hora, o el cansancio quepodían tener, y todos los que hemos llegado a la edad adulta debemos bendecir a esas personas que dejaron de un lado sus necesidades individuales para hacer posible nuestro crecimiento y desarrollo como...