La Obediencia En Los Seminarios
Páginas: 13 (3153 palabras)
Publicado: 7 de diciembre de 2012
SEMINARIO MAYOR “SAN LEÓN MAGNO”
I DE TEOLOGÍA
MORAL FUNDAMENTAL
LA OBEDIENCIA DESDE LA LIBERTAD DEL SEMINARISTA
JORGE ARMANDO BUENO CÁRDENAS
PROF. PBRO. WALTER CASTRO
CUENCA 2009
INTRODUCCIÓN
“Un espacio privilegiado, escuela y casa para la formación de discípulos misioneros, lo constituye sin duda los seminarios ylas casas de formación”[1]. Los seminarios y las casas de formación son considerados escuela del evangelio porque ellas ofrecen los medios para la formación de los futuros sacerdotes. Un aspecto importante que tienen que trabajar el seminarista es la obediencia a los superiores. Este obedecer requiere de disponibilidad y servicio para los quehaceres del seminario. La comunión entre hermanos esfundamental para conocer las cosas positivas tanto de los formadores como la de los seminaristas. Por ello, este trabajo empieza con la vida fraterna en el amor, que requiere de espacio para momentos de compartir los unos a los otros. La Sagrada Escritura, Eucaristía, la Reconciliación, la oración personal son medios para la santificación y el seguimiento a Cristo que es la vid[2] en el cualproducimos frutos abundantes. La obediencia nos hace sencillos porque nos enfocamos en la tarea a realizar y no en criticar a las personas; si hacemos las cosas con disponibilidad y generosidad no tendremos problemas en obedecer a los superiores, pero si realizamos tareas “porque toca hacer” de seguro se tendrá problema. El que ama a la Iglesia es un hombre que tiene conocimientos de los documentos de laIglesia, normas litúrgicas, Sagrada Escritura, Magisterio y Tradiciones. Este trabajo tiene el objetivo de reflexionar a cerca de la obediencia como parte fundamental en la formación de los seminaristas y el deber de los formadores.
LA OBEDIENCIA DESDE LA LIBERTAD DEL SEMINARISTA
1. La vida fraterna en el amor
Es necesario crear en los seminarios vida fraterna, comunión con la Iglesiay respeto a los superiores. De acuerdo con el mandato que lego Jesús “este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado”[3] y termina diciendo “lo que os mando es que os améis los unos a los otros” (Jn 15, 17) no es sólo un discurso para los feligreses, sino para todos los hombres y mujeres que siguen a Jesucristo con conciencia libre y responsable que el caminar “atrásdel maestro” requiere de disponibilidad y aceptación de su Palabra. En este sentido, los seminarios, casas de formación, junto con los superiores deben tener espacios de vida fraterna para compartir sus habilidades y crear un ambiente familiar de amistad, sinceridad, honestidad, obediencia y respeto. Todo es posible si en el corazón de la persona no existe resentimiento, pero si coexisteantipatía se da el rechazo hacia el otro o una cierta indiferencia.
La vida fraterna, entendida como vida compartida en el amor, es un signo elocuente de la comunión eclesial. “Es cultivada con especial esmero por los Institutos religiosos y las Sociedades de vida Apostólica, en los que la vida de comunidad adquiere un peculiar significado”[4]. No sólo las comunidades religiosas, están llamadas a vivirla fraternidad. Todos estamos llamados a vivir el amor y hacer servidores sin esperar nada a cambio. De esta manera en los seminarios se cultiva o se debería obrar la fraternidad, el servicio desinteresado u otros aspectos de la vida comunitaria.
El apóstol Juan afirma que “si alguno dice: “amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, nopuede amar a Dios, a quien no ve.[5] El papa Benedicto XVI en la Encíclica Deus Caritas Est, dice que “el amor del prójimo es un camino para encontrar también a Dios, y que cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios”[6].
“El amor llevó a Cristo a la entrega de sí mismo hasta el sacrificio supremo de la Cruz. De modo parecido, entre sus discípulos no hay unidad...
I DE TEOLOGÍA
MORAL FUNDAMENTAL
LA OBEDIENCIA DESDE LA LIBERTAD DEL SEMINARISTA
JORGE ARMANDO BUENO CÁRDENAS
PROF. PBRO. WALTER CASTRO
CUENCA 2009
INTRODUCCIÓN
“Un espacio privilegiado, escuela y casa para la formación de discípulos misioneros, lo constituye sin duda los seminarios ylas casas de formación”[1]. Los seminarios y las casas de formación son considerados escuela del evangelio porque ellas ofrecen los medios para la formación de los futuros sacerdotes. Un aspecto importante que tienen que trabajar el seminarista es la obediencia a los superiores. Este obedecer requiere de disponibilidad y servicio para los quehaceres del seminario. La comunión entre hermanos esfundamental para conocer las cosas positivas tanto de los formadores como la de los seminaristas. Por ello, este trabajo empieza con la vida fraterna en el amor, que requiere de espacio para momentos de compartir los unos a los otros. La Sagrada Escritura, Eucaristía, la Reconciliación, la oración personal son medios para la santificación y el seguimiento a Cristo que es la vid[2] en el cualproducimos frutos abundantes. La obediencia nos hace sencillos porque nos enfocamos en la tarea a realizar y no en criticar a las personas; si hacemos las cosas con disponibilidad y generosidad no tendremos problemas en obedecer a los superiores, pero si realizamos tareas “porque toca hacer” de seguro se tendrá problema. El que ama a la Iglesia es un hombre que tiene conocimientos de los documentos de laIglesia, normas litúrgicas, Sagrada Escritura, Magisterio y Tradiciones. Este trabajo tiene el objetivo de reflexionar a cerca de la obediencia como parte fundamental en la formación de los seminaristas y el deber de los formadores.
LA OBEDIENCIA DESDE LA LIBERTAD DEL SEMINARISTA
1. La vida fraterna en el amor
Es necesario crear en los seminarios vida fraterna, comunión con la Iglesiay respeto a los superiores. De acuerdo con el mandato que lego Jesús “este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros como yo os he amado”[3] y termina diciendo “lo que os mando es que os améis los unos a los otros” (Jn 15, 17) no es sólo un discurso para los feligreses, sino para todos los hombres y mujeres que siguen a Jesucristo con conciencia libre y responsable que el caminar “atrásdel maestro” requiere de disponibilidad y aceptación de su Palabra. En este sentido, los seminarios, casas de formación, junto con los superiores deben tener espacios de vida fraterna para compartir sus habilidades y crear un ambiente familiar de amistad, sinceridad, honestidad, obediencia y respeto. Todo es posible si en el corazón de la persona no existe resentimiento, pero si coexisteantipatía se da el rechazo hacia el otro o una cierta indiferencia.
La vida fraterna, entendida como vida compartida en el amor, es un signo elocuente de la comunión eclesial. “Es cultivada con especial esmero por los Institutos religiosos y las Sociedades de vida Apostólica, en los que la vida de comunidad adquiere un peculiar significado”[4]. No sólo las comunidades religiosas, están llamadas a vivirla fraternidad. Todos estamos llamados a vivir el amor y hacer servidores sin esperar nada a cambio. De esta manera en los seminarios se cultiva o se debería obrar la fraternidad, el servicio desinteresado u otros aspectos de la vida comunitaria.
El apóstol Juan afirma que “si alguno dice: “amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, nopuede amar a Dios, a quien no ve.[5] El papa Benedicto XVI en la Encíclica Deus Caritas Est, dice que “el amor del prójimo es un camino para encontrar también a Dios, y que cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios”[6].
“El amor llevó a Cristo a la entrega de sí mismo hasta el sacrificio supremo de la Cruz. De modo parecido, entre sus discípulos no hay unidad...
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