La plaza de medianoche

LA LLAVE DE MEDIANOCHE.

Los JET de Plaza & Janés.
Zurich, 1968: Un grupo de científicos perfecciona un tenebroso método para el dominio y control absoluto de la mente humana. Japón, 1978: El millonario e investigador Alex Hunter se enamora de la enigmática Joanna. Las investigaciones revelan que Joanna es en realidad la hija de un senador norteamericano, desaparecida diez años atrás enmisteriosas circunstancias. La mujer no recuerda nada de su pasado, pero con la ayuda de Alex despierta de una aterradora pesadilla: ella no es la persona que cree ser, su identidad ha sido hábilmente manipulada y cambiada. A raíz de ello surgen inquietantes preguntas cuya respuesta se halla en la siniestra urdimbre de una conspiración de incalculables consecuencias para el futuro del género humano.Esta novela es una obra de ficción. Nom-bres, personajes, lugares e incidentes son pro-ducto de la imaginación del autor o se em-plean como ficción. Cualquier parecido con sucesos, situaciones o personas reales, vivas o muertas, sería pura coincidencia.

Esta editorial desea manifestar su gratitud a las siguientes personas. Gracias: Kathy Jo Camacho, Stan and Phyllis Mikol, Dawn Aus-tin, WayneSommers, Dr. Stan Gurnick PhD, Bertha Curi, Curt Scharrer, Gary Fronk, Linda Solar, Ken Morris, The People of All American Print Center, Luis Trevino, Raymond, Teresa, Mark and Little Peter Stadalsky, Tom Pas, Tony Hodes, Lynda and Ken Fotos, and Ann Cameron Williams.
Y, como siempre, un especial agradeci-miento a Gerda y Dean Koontz, y Phil Parks.

Primera parte JOANNA.
El sonido de algo; Elespantapájaros Se ha caído de sí mismo.
BONCHÓ, 1670-1714.
En la oscuridad, Joanna Rand se acercó a la ventana. Se que-dó allí quieta durante bastante tiempo, desnuda, temblando.
Un viento procedente de las lejanas montañas golpeaba gé-lidamente y sacudía uno de los cristales sueltos.
A las cuatro de la mañana, la ciudad de Kyoto estaba tran-quila, incluso aquí en Gion, en el barrio dediversión repleto de nightclubs y casas de geishas. Una ciudad increíble, pensó, milenaria y a la vez tan fresca como una idea nueva. Kyoto, el corazón espiritual del Japón, era una fascinante mezcla de le-treros de neón junto con la peor arquitectura moderna que se erguía la lado de adornados palacios y templos atajados por si-glos de veranos cálidos y húmedos e inviernos fríos y asimis-mo húmedos. Erauna metrópoli, que por alguna misteriosa combinación de tradición y cultura popular, le daba un reno-vado sentimiento de la permanencia del hombre y refrescaba su tan a menudo temblorosa creencia en la importancia del individuo.
«La Tierra da vueltas sobre su eje, alrededor del Sol; la so-ciedad cambia continuamente; la ciudad crece; la gente crea nuevas generaciones; y yo continuaré como ellos»,se dijo a sí misma. Aquél siempre resultaba un pensamiento reconforta-ble cuando se encontraba en la oscuridad, sola, incapaz de dormir, patológicamente energetizada por el potente aunque indescriptible temor que padecía cada noche.
Algo más tranquila pero sin tener ganas de regresar a la cama, Joanna se puso una bata roja de seda y se calzó unas zapatillas. Sus delgadas manos seguían temblando,pero ya podía dominarlas.
Se sintió violada, utilizada, y desechada, como si la criatura de su pesadilla hubiera adoptado una forma física y la hubiera violado repetidamente mientras dormía. Sentía unas persistentes punzadas de dolor como si fuera una herida de verdad en la ranura húmeda entre sus piernas.
«El hombre con las garras metálicas alcanza la jeringuilla hipodérmica...»
Tan sóloretenía aquella imagen de la pesadilla. Había resultado tal real que, con un abrir y cerrar de ojos, la recordaba con detalle: la textura de aquellas garras metálicas, el sonido de las marchas dentro de ellas, la forma en que la luz resplandecía al caer sobre la mano.
Encendió la lamparilla de noche y examinó el conocido dormitorio. Nada aparecía fuera de lugar y en el ambiente sólo se advertía el...